3/5/11

Los huesos, la estela y el envenenamiento de Fernando Guanarteme

En bereve celebraremos la 40ª Ruta Bentejuí, ejemplo de tradición popular y autogestionada en homenaje a la figura histórica de la resistencia anticolonial canaria. Bentejuí, sepultado por la losa colonial del olvido interesado, contrasta con el trato prestigioso dispensado a Tenesor Semidán, bautizado como Fernando Guanarteme. Momento ideal para abordar el paradero final de los restos de Tenesor y lo que se escode detrás de los intentos de exaltar su figura por una fundación galdense de oscuro origen con este genial artículo de Rafael Delgado:




Cada cierto tiempo aparecen en la prensa noticias relacionadas con Fernando Guanarteme (Tenesor Semidán) cuya fuente de origen es el ahora llamado Instituto de Estudios Canarios “Rey” Fernando Guanarteme, que a la sombra del Ayuntamiento de Gáldar lleva promoviendo el traslado de los supuestos huesos Ermita de San Cristóbal de Aguere a la ciudad de Gáldar. Sobre esta cuestión el citado Instituto, como antes lo hiciera el primer promotor de la idea, la Asociación de Corresponsales de Guerra Españoles, lleva perseverando desde hace ya casi 50 años sin que se vean cumplido hasta ahora sus deseos, un tanto oscuros en cuanto a sus objetivos finales y siempre envueltos en polémica dado lo controvertido del personaje histórico canario en cuestión.

Las primeras noticias de las que tenemos conocimiento, fueron las gestiones que iniciara don Domingo Navarro Navarro, quien envió una carta al Ayuntamiento de Calatayud, pues en el Pleno Municipal del Ayuntamiento de este Ayuntamiento de 16 de mayo de 1959, se trató del contenido de dicha carta firmada por don Domingo Navarro Navarro como presidente de la citada Asociación de Corresponsales de Guerra Españoles, en la que hacía referencia al traslado de los restos mortales de Fernando Guanarteme, y solicitaba la deferencia de que se dedicase una calle o plaza al Guanarteme de Gáldar en “donde tuvo lugar su histórica entrevista” con Fernando el Católico. Los munícipes de aquel ayuntamiento así lo hicieron y colocaron en la plaza un busto y una placa con la siguiente leyenda “Calatayud 1483. Firma del Pacto de Unificación de Gran Canaria a España por los Reyes Católicos y monarca canario Fernando I de Guanarteme”, y con letra más pequeña se justificaba la cita “Versión histórica por Domingo Navarro Navarro”.



A finales de los años 60 del pasado siglo, se incorporaría Celso Martín de Guzmán tomando el testigo de esta Cruzada de la anterior Asociación de Corresponsales de Guerra Españoles y con el apoyo del alcalde de Gáldar Antonio Rosas Suris, volverían a la carga sobre el traslado de los ya famosos supuestos huesos de Fernando Guanarteme. Se crea el Instituto de Estudios Históricos de Gran Canaria “Rey” Fernando Guanarteme, que aparte de ese objetivo tan añorado y deseado, a principio de los años sesenta, según ha informado recientemente el Secretario del Instituto de Estudios Históricos de Gran Canaria “Rey” Fernando Guanarteme Miguel Rodríguez Díaz, se levantó la lápida de la ermita lagunera y se hallaron los restos óseos, aunque no se hicieron estudios que determinaran si, como se ha creído siempre, se trataba de Fernando de Guanarteme. Cree Rodríguez Díaz que con la tecnología actual se podría verificar este extremo, con la ayuda de los perfiles genéticos de los descendientes de este líder indígena. "La polémica desatada en su momento enfrió las primeras gestiones para recuperar estos restos, pero ahora se ha reactivado. El Obispado de Tenerife puso reparos al no haber una confirmación de a quién pertenecían. Sin embargo, ahora creemos que se puede salvar esta traba para poder hacer las pruebas pertinentes", indicó el historiador.

Refiriéndonos a los creadores de esta iniciativa, como queda expuesto, se trataba de la Asociación de Corresponsales de Guerra Españoles, que fue fundada en 1955 presidida por don Domingo Navarro Navarro, asociación de ideología franquista y promotora en los años sesenta de erigir un monumento en el paseo de Rosales en Madrid al general Millán Astray. Don Antonio Rosas Suris, hijo de catalanes, Alcalde de Gáldar durante la dictadura franquista, a la legada de esta singular democracia se presentó a las elecciones de 1979, resultando electo con la Agrupación de Electores (A.E.). El citado Instituto, desde que tomara las riendas que iniciara la Asociación de Corresponsales de Guerra Españoles, insiste y persevera en el tiempo en estas gestiones. Así en el periódico ABC del martes 27 de junio de 1967, siete años después del levantamiento de la lápida donde supuestamente se encontraron unos restos óseos que podrían ser de Fernando Guanartemle, recogía la noticia del traslado de los restos (supuestos) de Fernando Guanarteme desde Aguere a su ciudad de Gáldar, traslado que contaba con la aprobación de la entonces Dirección General de Sanidad y que en aquellos momentos promovía la Asociación de Corresponsales de Guerra Españoles, cuyo presidente era don Domingo Navarro Navarro originario de Las Palmas (sic), remarcando la noticia que “se recuerda a este respecto que Fernando Guanarteme, último Monarca de los aborígenes canarios, fue un precioso aliado de los Reyes Católicos para la incorporación de la Gran Canaria a la Corona de Castilla, hecho que ocurrió en el año 1483 con la rendición del cabecilla rebelde Bentejuí y del “gran sacerdote de Telde” ante las fuerzas de don Fernando Guanarteme y de Pedro de Vera” .


Como se puede leer, el autor que facilitó la noticia (Don Domingo Navarro Navarro) al periódico ABC, mintió descaradamente, pues ni Bentejuí ni el Faycán de Telde se rindieron sino que prefirieron desriscarse al grito patriótico “Atis Tirma”, antes de entregarse y quedar en manos de los conquistadores castellanos comandados por Pedro de Vera. Como pasa en muchísimas ocasiones con la Historia de Canarias, la cuestión de las fechas referidas a la presencia de Fernando Guanarteme en España se convierte en un embrollo tal que nos llevaría a excedernos en la pretensión de este artículo, pues si por una parte el llamado Pacto de Calatayud se piensa que tuvo lugar un 30 de mayo de 1481 en que se firma el citado Pacto o Tratado de Paz entre Los Reyes de Castilla y Aragón y el de Gran Canaria. y a falta del documento que así lo atestigüe, las fechas y los encuentros del Guanarteme con los Reyes Católicos se establecen unas veces en 1480 otros en 1481, 1482 y 1483.


Según el historiador Vicente de la Fuente en su “Historia de Calatayud” publicada en 1880 recoge que “estando la reina Isabel en Calatayud el año de 1480 llegaron algunos pobladores de la Gran Canaria a prestarle obediencia, apurados por los agravios del capitán Pedro de Vera, encargado de su reducción”. Hay que decir que los archivos del Ayuntamiento de Calatayud no aportó ninguna otra información que justificara la fecha de 1483 que se da como la firma del Pacto, Tratado, Acuerdo o Carta de Calatayud. Al no conocerse el contenido del famoso Pacto, documento hasta ahora no encontrado, pues lo que se conoce es más propiamente una Carta, ha dado lugar a las más variadas especulaciones, teniendo en cuenta algunas alusiones que se han hecho sobre el mismo, pero sea como fuere, el hecho constatado es que los castellanos, andaluces, vizcaínos, etc. etc. después de la conquista siguieron con las prácticas de captura de esclavos canarios y su venta, citando un caso, está constatado, que en el mercado de Valencia se vendieron entre los años 1489 a 1502 un total de 606 cautivos, la mayoría niñas/os, mujeres y en menor cantidad hombres, alcanzando los mayores precios las mujeres jóvenes, niñas y niños. O el más tardío, el llamado “Tributo de Sangre” de la Real Cédula de 25 de mayo de 1678. Más aún, y en resumen, el pretendido Pacto o Tratado de Calatayud entre España y Gran Canaria está basado en conjeturas, convirtiéndose en un mito, que perdura en el tiempo y posiblemente creado para justificar la frase “la incorporación de Gran Canaria a la Corona de Castilla”.


Dejando la cuestión histórica a un lado por existir amplias referencias al respecto, pasamos a centrarnos en el largo recorrido que como se ve, lleva más de cincuenta años con la pretensión de trasladar los supuestos restos óseos de Fernando Guanarteme de la ciudad de Aguere a la ciudad de Gáldar. Por otro lado el citado “Instituto” se dedica a emitir certificaciones a diversos personajes, con la consideración de colegiados, que tienen orígenes canarios como los dispensados, según el Canarias7 del 10 de julio de 1989, al que fuera presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias D. Lorenzo María de los Dolores de Olarte y Cullen por descender de Tenesor Semidán (Fernando Guanarteme) y a Doña Cayetana Fizt James Stuart y Silva, Duquesa de Alba por ser descendiente del rey de Lanzarote Guadarfía. Pese a que la figura del converso Tenesor Semidán (Fernando Guanarteme) siempre se ha visto envuelta entre una mayoría que ha optado por el desprecio y otra más minoritaria por ensalzarlo, como lo ha hecho el referido “Instituto” equiparándolo a la figura histórica española el Cid Campeador, Así en el pleno del Ayuntamiento de Gáldar del 31 de enero de 2008 se aprobó por unanimidad el nombramiento de Fernando Guanarteme como Hijo Predilecto, y en un acto institucional que se celebró en la víspera de la Festividad de Santiago (24 de julio de 2008), en el Teatro Municipal , el alcalde Teodoro Sosa Monzón, hizo entrega del título de Hijo Predilecto de la Ciudad al Rey Fernando Guanarteme y lo hizo entregando el pergamino que así lo acredita al presidente del Instituto Canario de Estudios Históricos “Rey” Fernando Guanarteme, Antonio Bethencourt. Quiero recordar que Teodoro Sosa es uno de los fundadores del “Bloque Nacionalista Rural”, que gobierna actualmente en Gáldar. El citado Instituto de Estudios Históricos de Gran Canaria “Rey” Fernando Guanarteme, que con ocasión de la promulgación del decreto de Memoria Histórica, ha entendido que se les abre una oportunidad para conseguir su objetivo, sin que cite para nada las circunstancias extrañas que rodearon su muerte una vez finalizada la conquista de Tenerife y que la crónica lacunense (pág. 56) recoge “Don Fernando Guanarteme fue a la conquista de Tenerife donde murió de una enfermedad de la que no hubo buena sospecha, ya que se entendió que le dieron con que muriese”.


Este pasaje ha dado lugar a diversas interpretaciones, sobre las que prevalece que fue envenenado, quizás por ser un personaje ya molesto para el Adelantado Fernández de Lugo, y con el que se cumple el proverbio “Roma no paga traidores”. Esta sospechosa muerte no es objeto por lo visto de reclamación de la Memoria Histórica, como no lo es tampoco por extensión el comportamiento de las hordas castellanas, como las matanzas, esclavitud, ventas de esclavo, etc..a que se vieron sometidos nuestros ancestros. Tampoco, que se sepa, se ha pronunciado o posicionado a favor de la Memoria Histórica referida a los asesinatos, persecuciones y encarcelamientos cometidos, como los treces galdenses que hicieron desaparecer el 1 de abril de 1937, en estas islas durante la Guerra de España.

Según recogen diversos historiadores, Fernando Guanarteme fue enterrado primeramente en la Ermita de La Concepción (hoy Iglesia de la Concepción, fabricada cerca de la antigua ermita) y después fueron trasladados a la Ermita de San Cristóbal, ambas en La Laguna, Tenerife. La ermita actual prácticamente fue reconstruida casi en su totalidad en el siglo XVIII, y entre los años 1922/23 se procedió a la colocación de la lápida sepulcral, colocándose en el centro de la misma. La lápida sepulcral es de mármol blanco con la inscripción “D. Fernando Guanarteme”, .De la misma época es la placa que luce en la fachada que nos recuerda la tradición de que: “En esta capilla yacen los restos mortales de don Fernando Guanarteme, último rey aborigen de Gáldar. La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife mandó dedicarle esta lápida, en 1923.”, ermita de la que se conserva algunos elementos originales, como su arco interior de cantería roja, sin que se sepa a ciencia cierta, si los supuestos huesos que dicen haberse encontrados debajo de la citada lápida sean los de Fernando Guanarteme, daría lugar a una más amplia búsqueda, lo que supondría la posibilidad de remover todo el piso de la ermita, que en estos siglos pasados ha pasado por diferentes reformas, aspecto de la cuestión a que ha opuesto el Obispado de Tenerife. Se ha llegado decir por parte de una persona relacionada con el citado “Instituto” a través de una cadena de televisión que con una palada de tierra donde reposó los restos les sería suficiente…



Pero ¿Qué finalidad tiene tan largo empeño en que los supuestos restos de Fernando Guanarteme reposen en Gáldar?. Por todo lo anterior se deduce, que de conseguir el citado “Instituto” por fin encontrar cualquier resto óseo del ya citado Fernando Guanarteme, trasladarlos y estos sean reposados en el camposanto de Gáldar o en la iglesia matriz, el que organice y trate de movilizar a la población canaria con motivo de su regreso en un acto y canto a la españolidad de los canarios, y que su tumba en cualquier caso, se convierta en un referente para la propaganda de la españolidad de las islas, un lugar “turístico” o de peregrinación españolista adonde concurrir, la manipulación de la verdadera Historia de Canarias y sea presentado Fernando Guanarteme como el primer canario-español (al que se seguirían Añaterve y otros personajes de los Bandos de Paces de todas y cada una de las islas) y sirva como un ejemplo a seguir.



Sólo esperamos que por parte de las autoridades eclesiásticas, gobierno de Canarias y a quienes corresponda, que se ponga freno a tal desatino, pues se abriría ”la Caja de Pandora”, dando lugar a reclamaciones de restos óseos, como por citar una caso, los del Arcediano de Fuerteventura de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de G.C., José Viera y Clavijo, natural de Realejo Alto en Tenerife, notabilísimo historiador de Canarias y máximo exponente del movimiento ilustrado de su época, cuyo sepulcro se encuentra en la citada catedral.




Rafael Delgado Perera