25/7/13

El insularismo en Canarias o el ‘tribalismo’ en la colonia.



Redacción. En tiempos actuales donde el insularismo, a pesar de los estragos que nos ha supuesto como pueblo, sigue vigente, se hace necesario analizar y conocer su naturaleza. Usado hoy por los elementos tan siniestros  como Don Pepito, Bravo de Laguna o Jose Manuel Soria, se despunta como una efectiva arma para aquellos, defensores de los intereses madrileños, que sueñan con dinamitar todo proyecto común del pueblo canario. 

"...despreciad con valor la prensa venal y asalariada que fomenta la discordia entre las Islas, nuestra Patria, con el fin de dividir al pueblo para que el lobo devore con paciencia y gusto su víctima...” 

Secundino Delgado


El insularismo es una corriente política canaria derivada del fenómeno político denominado “Pleito Insular”, es decir, el enfrentamiento político entre las oligarquías y burguesías insulares por sus intereses económicos particulares. Destacan fundamentalmente las elites de las islas centrales -Tenerife y Gran Canaria- en su objetivo de obtener la supremacía en las relaciones comerciales con el exterior, el control de los circuitos internos de distribución y por supuesto, la superioridad en sus relaciones con Madrid. En consecuencia el insularismo en Canarias propugna la supremacía o la exclusión económica, social y cultural de alguna isla concreta del resto del Archipiélago Canario. Por tanto lo habitual y tradicional es que el insularismo político este fuertemente ligado a la derecha españolista en Canarias.

Un poco de historia

A pesar de que el Archipiélago Canario ha presentado históricamente una marcada homogeneidad cultural común (identidad amazighe insular en el periodo precolonial y criolla hispano-lusa amazighe en el posterior periodo colonial) hasta 1982 jamás esto se había traducido institucionalmente. Un archipiélago es por definición un conjunto de islas que además presenta una gran variedad geográfica que se ha traducido económicante e institucionalmente. Es por tanto el factor insular de notable importancia cuando abordamos cualquier cuestión referente a la realidad nacional.
Primera referencia al escudo
del 'Reyno de Canarias' a
mediados del siglo XVII.

Como en tiempos precoloniales, la organización de Canarias a comienzos de la colonización fue por Islas, regidas por sus antiguos AyuntamientosConcejos o Cabildos. Si bien es cierto que se establecieron organismos de jurisdicción archipielágica como una Audiencia, un Obispado y en 1723 la Capitanía General. En 1808 se produce el primer brote del Pleito Insular con su perjuicio; los sucesos de La Junta Suprema de Canarias. La Junta Suprema gestada en Aguere-La Laguna (Tenerife) planteó la constitución de Canarias como protectorado de Gran Bretaña o Estado independiente ante el vacío de poder provocado por la ocupación francesa de España. La Junta Suprema no pudo abarcar el país en su totalidad ante la oposición de la oligarquía grancanaria que temía perder definitivamente su importancia con la vía independentista. En 1812 nace la “Provincia de Canarias” con su capital en Santa Cruz de Tenerife (confirmada en 1923 y establecida por decreto en 1833). No obstante  ya tenemos las primeras referencias pleitistas entre las dos ínsulas centrales en torno a la cuestión de la capitalidad provincial. Durante el siglo XIX se registrarían más conflictos derivados del Pleito que culminaron con dos posturas confirmadas en el debate entorno a la Ley de Cabildos de 1912; la de la oligarquía tinerfeña que abogaba por la capitalidad en Santa Cruz de Tenerife y la descentralización en cabildos insulares bajo un discurso regionalista y la oligarquía grancanaria que a pesar de en sus inicios justificar su derecho a la capitalidad por cuestiones regionalistas, finalmente optan por el separatismo con la famosa propuesta de la “División Provincial”. Desde las islas mal llamadas “menores”, con destacada importancia de La Palma, se manifiesta un rotundo rechazo a la división provincial (Plebiscito de Manuel Velásquez Cabrera), sin olvidar regionalistas de Gran Canaria como Franchy Roca también contrarios a la división. 

Acto a favor de la división provincial en Las Palmas (1911). Los 'pleitistas',
entre los que destaca Fernando León y Castillo, eran profundamente españolistas.
Con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera en 1923 se persigue todo tipo de regionalismo y nacionalismo en el Estado Español. A pesar de ello la Diputación Provincial de Canarias proyecta en 1924 un Estatuto Regional de Canarias. En 1925 se desmantela la Diputación Provincial de Canarias por una Mancomunidad obligatoria interinsular “que sólo tendrá por objeto ostentar la representación unitaria de la provincia.” Estas circunstancias de la dictadura hostiles al regionalismo canario fueron aprovechados por la oligarquía grancanaria. Así en 1927 obtienen del dictador Primo de Rivera el antidemocrático Real Decreto-Ley de la División Provincial que dio lugar a la absurda división provincial vigente en la actualidad.


"En 1927 bajo la dictadura de Primo de Rivera se impone el antidemocrático Real Decreto-Ley de la División Provincial que dio lugar a la absurda división provincial  actual."































Bajo los cinco breves años de duración de la II República Española no dio tiempo de aprobar un estatuto de autonomía como ya tenían en marcha País Vasco, Galicia y Cataluña. Los motivos una vez más eran las airadas disputas entre las elites de las islas centrales; los diputados tinerfeños recordaban la ilegalidad de la división provincial impuesta por el dictador Primo de Rivera. Con la arribada del franquismo se abortó toda aspiración autonomista y se reafirmó la división provincial y los añejos cabildos insulares. Con el resurgir del nacionalismo e independentismo canario moderno pronto se reveló el insularismo como un poderoso antídoto que impregnaba profundamente a la clase dominante de las Islas retardando inclusive la conformación del Estatuto de Autonomía de Canarias de 1982 e imponiendo una Ley Electoral profundamente antidemocrática y caciquil que aún conforma un lastre inmovilista que impide todo cambio en la sociedad canaria actual.

¿Porqué surge el insularismo?

Cualquier excusa sirve para intentar dividir el país canario.


Para entender el fenómeno hay que conocer los rasgos sociológicos de la sociedad canaria del siglo XIX y comienzos del XX. En primer lugar la desigualdad económica es atroz y además la población canaria era mayoritariamente analfabeta que ya desde aquellos tiempos eran los índices más elevados del Estado Español.  El caciquismo extendía su hegemonía al conjunto del territorio y controlaban la exigua clase política. La histórica importancia de ciudades como Las Palmas y La Laguna –por último Santa Cruz de Tenerife- se consolidan con la Ley de Puertos Francos a mediados del siglo XIX que impulsa la competencia comercial con el exterior de las islas centrales. Así la intervención de Madrid en los asuntos de Canarias irá incrementándose en los últimos años del siglo XIX y principios del XX bajo el temor generado por la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El pleito insular que releva el papel de árbitro a la Metrópoli española es una fórmula que anima al Estado a potenciarlo para evitar una posible cohesión de la clase dirigente de las Islas por beneficios comunes, el viejo “divide y vencerás”.  Durante el siglo XX el fascismo español no tardó en ver la validez del fenómeno para impedir una conciencia nacional canaria, eso explica que a pesar de la hostilidad absoluta del régimen franquista a cualquier tipo de autonomía no tuvo reparos en mantener los cabildos insulares. El hecho resultante es una histórica desvertebración y atomización de los poderes canarios que genera un sistema donde cada isla solo puede ganar a costa de otra y donde todas las islas pierden en beneficio de España, un círculo de competencia destructivo muy conveniente a Madrid.

La historiadora española Teresa Noreña Salto y profesora de la ULL reconoce la utilidad del Pleito y el insularismo “El enfrentamiento (...) va calando en la opinión pública e incluso en amplios sectores de la población y sus repercusiones son importantes por sus consecuencias a corto y largo plazo. Ante el protagonismo de este problema se hace imposible pone en marcha unos planteamientos y una política regional. Por otra parte, se impide que surja una conciencia colectiva regional.” Finalmente reconoce lo evidente “Este pleito y el arbitraje que de él se deriva interesan a los diferentes gobiernos nacionales porque supone una garantía de que en Canarias no se iba a forjar una oposición unitaria, de que no iba a consolidarse un partido regionalista o nacionalista; garantía muy importante si pensamos que en el siglo XIX se independizan las ultimas posesiones ultramarinas y si recordamos que desde finales del siglo pasado y durante la presente centuria renacen los nacionalismos en suelo peninsular.”


Este pleito y el arbitraje que de él se deriva interesan a los diferentes gobiernos nacionales porque supone una garantía de que en Canarias no se iba a forjar una oposición unitaria, de que no iba a consolidarse un partido regionalista o nacionalista."


Insularismo vs Nacionalismo Canario

La política colonial fomenta las rivalidades...El colonialismo no se contenta con comprobar la existencia de tribus; las fomenta, las diferencia. El sistema colonial alimenta a los jefes locales".

Fran Fanon



El elemento insularista actual más recalcitrante, el diario tinerfeño EL DÍA, defendió tanto
ayer como hoy, los principios más radicales del fascismo español.

Dividir los territorios dominados, las colonias, no es una artimaña moderna. Se remonta a los principios de los tiempos y ya lo practicaban los viejos imperios para conquistar y dominar territorios y pueblos. Ya lo usaron los mismos conquistadores castellanos en Canarias y América enfrentando unos indígenas contra otros explotando sus rencillas entre bandos. Fue una práctica típica en las colonias africanas bajo dominación europea e incluso hoy cuando se pretende dominar un país ¿qué mejor manera que provocarle una guerra civil interna? ¿qué mejor que ‘descolonizar’ África trazando fronteras artificiales donde estados deben arreglárselas con pueblos diversos que nunca han convivido?. ¿Qué mejor que una ley electoral que fortalece los menceyatos insulares estableciendo desigualdades que sitúan al pueblo canario como sujeto colectivo a la sombra de estos cacicatos?


Una imagen vale más que mil palabras...
Es cierto que hoy podemos hablar de un debilitamiento general del insularismo, pero no significa que carezca aún hoy de una poder de influencia poderoso. Las clases dominantes canarias, incapaces de unirse para construir proyecto nacional alguno, han dedicado sus esfuerzos en adoctrinar a la población en sus miserias y rivalidades internas. Por desgracia este discurso ha impregnado importantes capas del pueblo canario de las islas centrales. De nosotros depende cambiar esta maldición tribalista y de que el pueblo canario asuma la responsabilidad histórica de construir la nación que a la clase dominante nunca le ha interesado.
La incapacidad de los bancos canarios para
unirse optando por ser absorbidos por cajas
españolas, son el mejor ejemplo de las ne-
fastas consecuencias del Pleito Insular. 

Para entender a que intereses responde el Pleito Insular y el insularismo sólo hay que examinar a quien beneficia el mismo. Un pleito que mantener vivo beneficia directa e indirectamente a Madrid y por tanto a España; que tendría en sus manos el arbitrio y por consiguiente la dominación absoluta de Canarias. No es, por tanto el beneficio de la ínsula el que podemos destacar, ya que es evidente que por su singularidad geográfica y el ser un solo pueblo beneficiaría a todas nuestras islas en una fructífera cooperación o cohesión, eso sí, sin obviar en ningún momento el factor insular. Es el equilibrio de la autonomía de cada isla y la soberanía y unidad del Archipiélago la que fortalecerá la Nación Canaria y en consecuencia a todas las islas, y no un pleito sin fin bajo el arbitrio madrileño.



" Es el equilibrio de la autonomía de cada isla, la soberanía y unidad del Archipiélago la que fortalecerá la Nación Canaria y en consecuencia a todas las islas (...)"

Siete islas un solo pueblo



Entendemos que por el bien de Canarias y su futuro nuestro pueblo debe superar el Pleito Insular y sus nefastas consecuencias como los irresponsables insularismos. Es por esto que no debe extrañar que los sectores más ranciamente españolistas de las Islas sean los principales valedores del insularismo, conocedores de la utilidad del mismo para debilitar la canariedad y en consecuencia el país. No es casual por tanto las banderas insulares gigantescas promovidas por fascistas de la talla de José Manuel Soria y Angel Llanos, o las proclamas insularistas de Bravo de Laguna como “Prospecciones petrolíferas sí, mientras no sean en las costas de Gran Canaria”. Aunque en honor a la verdad también han hecho uso del insularismo  habitualmente según conveniencias Coalición Canaria o PSOE. Por no hablar las extravagantes editoriales fascistas del diario tinerfeño EL DÍA, que a pesar de su “independentismo” sui generis no puede desprenderse de su procedencia franquista y caciquil transpirando un insularismo tan anti-canario como enfermizo.


La marioneta de Jose Manuel Soria recurre al viejo fantasma del insularismo
para boicotear la cohesión isleña frente al  constante agravio que Madrid
somete al Archipiélago.

Es sin duda el fortalecimiento de la canariedad y la conciencia nacional el antídoto fundamental para desterrar de una vez por toda esta lacra. Si bien es evidente que sin una igualdad y solidaridad entre todas las islas que incluyan un respeto a una autonomía en asuntos internos que reconozca la realidad insular de nuestro país estaremos en las mismas. Un proyecto nacional canario aunque debe fomentar la unidad del pueblo canario no debe desestimar nunca el hecho insular ya que es consustancial al país canario.

Es cierto que hoy podemos hablar de un debilitamiento general del insularismo, pero no significa que carezca aún hoy de una poder de influencia poderoso. Las clases dominantes canarias, incapaces de unirse para construir proyecto nacional alguno, han dedicado sus esfuerzos en adoctrinar a la población en sus miserias y rivalidades internas. Por desgracia este discurso ha impregnado importantes capas del pueblo canario de las islas centrales. De nosotros depende cambiar esta maldición tribalista y de que el pueblo canario asuma la responsabilidad histórica de construir la nación que a la clase dominante nunca le ha interesado.

"Las clases dominantes canarias, incapaces de unirse para construir proyecto nacional alguno, han dedicado sus esfuerzos en adoctrinar a la población en sus miserias y rivalidades internas." 


Bibliografía.

Alemán. José A. 2008. “Entender Canarias. Visión periodística personal de 600 años de historia.” Las Palmas de Gran Canaria.

Guimerá Peraza, Marcos. 1979. “El Pleito Insular”. Las Palmas de Gran Canaria. Colección Guagua.

Hernández Bravo, Juan. 1989. El insularismo canario: caracterización política, ofertas electorales y resultados. Universidad de La Laguna.

Noreña Salto, Teresa. La Clase política canaria, 1850-1915.

17/7/13

Tres casos de represión en Canarias

Cinco sindicalistas canarias manifiestan su rechazo a la reforma laboral española en la sede de la CCE

Represión sindical
 
Jesús Giráldez Macía. La Pejiguera. El 8 de marzo del pasado año cinco mujeres accedieron a la sede de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Eran y son activistas de Intersindical Canaria. Con gran dificultad pudieron desplegar una pancarta desde una de las oficinas. La dificultad no la produjo el peso de la pancarta, ni el texto que incluía (Mujeres de Canarias contra la Reforma Laboral), sino la oposición de algunos trabajadores y trabajadoras que defendieron a la empresa como si les fuera la vida en ello. Una reacción humana comprensible fruto del poder ideológico, del miedo, de asumir la (des) conciencia de que la empresa que nos explota es nuestra mejor amiga. El reproche más repetido de los trabajadores hacia las activistas durante la pacífica reivindicación fue la de "yo no me meto en tu casa sin permiso". Esa casa no es ni tan siquiera una empresa cualquiera, es la empresa de las empresas, la patronal, una agrupación elitista, una banda de explotadores, la representación divinizada del capital en esta tierra única.

En Canarias, con una población de más de dos millones de habitantes, cuatro mil personas se apropian del 80% de la riqueza que se genera. Ese 0'2 por ciento de la población se concentra, básicamente, en la CCE y esa casa que defendieron sus trabajadores está construida con el dinero que nos han robado y nos siguen robando. Pero, lejos de intentar su expropiación, las activistas solo querían advertir con su acción que esa casa es cómplice de la reforma laboral que ha aumentado los niveles de explotación de la mayoría, con especial repercusión en las mujeres. La acción reivindicativa fue grabada por Cristobal García Vera, colaborador de Canarias-semanal.org.
La patronal denunció a las sindicalistas y al reportero. Un año después la magistrada del Juzgado de Instrucción nº 8 de Las Palmas, María Victoria Rosell, miembro de la Asociación Jueces para la Democracia, los procesaba. Finalmente a Cristobal García Vera el fiscal le retiró la acusación de un delito "contra la intimidad y la propia imagen"; a las cinco mujeres se les mantiene la acusación de haber cometido el delito de "allanamiento de domicilio de persona jurídica"; la fiscalía solicita para ellas una pena de un año de prisióninhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y abono de las costas. ¡Un año de prisión por denunciar que la reforma laboral solo beneficia al empresariado!
 

Represión universitaria



En febrero de 2011 un grupo de estudiantes con representación en el claustro de la Universidad de La Laguna, AMEC (Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario), denunció públicamente que desde la Facultad de Psicología se estaban tramitando negligentemente la adjudicación de becas y que, fruto de esos errores, unos trecientos jóvenes corrían el riesgo de perderlas. El decanato de la facultad se defendió aduciendo que las becas las tramita otro organismo (Fundación Canaria para la Promoción de la Educación, dependiente del Gobierno de Canarias) y que, según sus informes, eran solo cien las personas pendientes de obtener las becas. Los burócratas de la facultad se sintieron dolidos y ofendidos por tamaña injuria y elevaron la queja al rectorado; el servicio de Inspección propuso al rector que se le incoara expediente a veintitrés estudiantes por dos graves faltas: difamación y falta de probidad, que es la manera fina de designar la falta de honradez. Ambas faltas están recogidas en el Reglamento de Disciplina Académica que data del muy democrático año de 1954.

Posteriormente se realizó una criba entre los expedientados quedando limitada las sanciones a once de los estudiantes. En el interín AMEC publicó una nueva nota de prensa aclarando que no cuestionaba el papel profesional de los trabajadores/as de la Facultad de Psicología sino que denunciaban una situación angustiosa para las decenas de jóvenes pendientes de recibir el montante de sus becas. Los expedientes cristalizaron con duras sanciones para los afectados dada la irreparable ofensa de haber equivocado el centro de sus críticas: donde dijeron Facultad de Psicología deberían haber dicho Fundación Canaria para la Promoción de la Educación.

AMEC recurrió la resolución acudiendo a la justicia y la justicia recientemente (junio de 2013) acaba de dejar sin efecto las sanciones dado que "en la publicación litigiosa no se detecta ninguna expresión ofensiva o injuriosa limitándose el comunicado a exponer unos hechos con ánimo de que se mejore el servicio y se eviten prejuicios. Una publicación hecha en el ejercicio legítimo del derecho del gobernado a controlar al gobernante, a la libertad de expresión y de información, a la legítima crítica de la actuación de los poderes públicos y a la defensa de los estudiantes por los miembros de un grupo claustral, a cuyo efecto se ha constituido, no puede entenderse como una ofensa de palabra”. Además se condena a pagar las costas procesales a la ULL.

En este caso la justicia ha hecho justicia pero podía no haberla hecho. Independientemente de la sentencia nos encontramos con un desproporcionado caso de persecución, acoso y hostigamiento en un ámbito, el universitario, que debería ser paradigma de espacio crítico contra los poderes establecidos incluso cuando ese poder es la propia universidad. Por cierto, que el rector - Eduardo Doménech Martínez- ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Eso significa que todos nosotros seguiremos pagando un proceso judicial inaudito y sin precedentes y aumenta la evidencia de que el empeño sancionador está bañado de tintes inquisitoriales. 

Represión contra la libertad de expresión


Verseador palmero Pedro El Gasio

Pedro el Gasio es un joven palmero, verseador, ácrata e independentista. Conduce, junto a otro compañero -Dailos González- el programa Frente a Frente que emite Radio Murión desde Tazacorte al resto del mundo. Radio Murion es diversa y emite programas diversos y quizás esa sea la razón por la que se ha convertido en la más escuchada en el valle de Aridane donde se concentra la mitad de la población palmera. Y, como se sale a menudo del redil informativo tan políticamente correcto, el Gobierno de Canarias ha intentado cerrarla. Pero las instituciones no son sus únicos enemigos.

En el Valle de Aridane el agua de regadío proveniente de La Caldera de Taburiente es privada, es decir, está en manos de aguatenientes que también son terratenientes. Si se hicieran con el aire serían los dueños de todos los elementos. Las haciendas de Argual y Tazacorte acaparan agua y tierra desde hace más de quinientos años cuando el conquistador Alonso Fernández de Lugo y su sobrino Juan se apropiaron de esos bienes públicos. A lo largo de su historia a estas haciendas se han ido incorporando otras poderosas familias que han controlado la agricultura del Valle de Aridane con un brutal poder coercitivo. Así, hasta nuestros días. El pequeño agricultor que quiera agua se la tiene que comprar a los caciques; el que proteste se queda sin ella.
 
Desde Radio Murión se ha denunciado con insistencia esta pervivencia de política local caciquil. Por eso han sido denunciadas ocho personas, desde el dueño de la emisora hasta intervenientes en algunos programas. En total, los demandantes piden doscientos mil euros, cuarenta mil al bueno de Pedro el Gasio. Los denunciantes son los Rosendos (Rosendo Luis Cáceres y Rosendo Luis Brito, padre e hijo) implicados, entre otras lindezas, en un gran pelotazo urbanístico. Ambos, según una sentencia firme del Tribunal Supremo, participaron en una maniobra de recalificación de terrenos para beneficiar a un particular. Uno es el arquitecto del ayuntamiento de Tazacorte, el otro realizó labores de intermediario en la venta de una finca que, de la noche a la mañana, pasó de ser agrícola a urbanizable. El padre es, además, administrador general de las mencionadas haciendas de Argual y Tazacorte. Pedrito, hay quereconocerlo, se pasó: dijo que ese territorio estaba dominado por caciques demierda. Con lo buenos que son.
 
Estos son solo tres casos de intentos recientes de represión en Canarias. Una tierra donde instituciones públicas y privadas intentan por todos los medios evitar la contestación ciudadana, donde las voces disidentes tienen enfrente un conglomerado poderoso que intentan acallarlas. Pero a esas mujeres, a esos jóvenes y a esos Pedritos es imposible ponerles una mordaza. Se zafan y, de paso, nos recuerdan donde vivimos.


16/7/13

Islas del despertar

Poema siempre adecuado para reflexionar sobre nuestros anhelos como pueblo. El autor es el inmortal poeta gomero Pedro García Cabrera.



Basta de ser colillas apagadas 
del cenicero de los mares. 
Ombligos de la sed, 
sólo un placer de humanidad nos puede. 
Vivimos como ardemos y pensamos, 
con nuestro sentimiento de volcanes 
y la melancolía de estar solas. 
La pirotecnia de un amor de fondo 
nos acelera el ir aunque parezca, 
de tan veloz, cronómetro parado. 
Esperar no es un fin. 
Borrón y cuenta nueva a la molicie 
de rumiar soledades. 
Nuestro malotaje de esperanzas 
no oculta el puño de la rebeldía. 
Y hemos roto el pijama del silencio. 
Ni somos descendientes 
de una lengua cortada 
ni queremos sudar hiel y vinagre 
ni seguir siendo súbditas 
de una feria de olvidos. 
No deseamos otras pertenencias 
que no sean las alas de los vuelos.


Pedro García Cabrera

11/7/13

Los salones de Fyffes en Tenerife




El genocidio en Europa y medio mundo que impulsó el fascismo es harto conocido. Pero por desgracia, es más desconocido su brutal zarpazo en países como Canarias. Campos de concentración como Fyffes, Gando, La Isleta, Tefía...regaron la tierra canaria de sangre de antifascistas, revolucionarios o simples isleños comprometidos con las libertades. Detenciones, torturas, persecución, asesinatos...casi 7.000 canarios fueron asesinados, cerca de 40.000 detenidos y miles de familias humilladas y hundidas en la miseria. Todo ello en un país que, si bien resistió en algunos focos (Arucas, Vallehermoso, La Palma...), no plantó una oposición militar comparable al de otras naciones del estado. Con todo, el pueblo canario padeció una represión tal comparable a las regiones españolas que más encarnizadamente resistieron a las tropas franquistas. ¿Por qué? Aún los historiadores no nos dan respuestas convincentes. Nosotros no descartamos, en absoluto, el desprecio de los mandos militares españoles en Canarias con las masas campesinas y trabajadoras de isleñas. Todo esto sin olvidar, por supuesto, el nefasto y criminal papel que jugó las oligarquías insulares colaboracionistas. Aunque ya no puede sorprender el cinismo hispánico -ya estamos acostumbrados al mismo-  resulta bochornoso que aún pongan sobre la mesa los conventos e iglesias que fueron quemados cuando ni uno sólo de ellos fue en Canarias ni por los canarios. Exterminando  toda una generación de canarios y canarias formados, politizados y comprometidos, debemos reconocer el retroceso que supuso para la concientización de la sociedad canaria. Hoy las consecuencias continúan vigentes.

Nosotros no olvidamos el genocidio. No queremos venganza sino MEMORIA Y DIGNIDAD.