11/7/13

Los salones de Fyffes en Tenerife




El genocidio en Europa y medio mundo que impulsó el fascismo es harto conocido. Pero por desgracia, es más desconocido su brutal zarpazo en países como Canarias. Campos de concentración como Fyffes, Gando, La Isleta, Tefía...regaron la tierra canaria de sangre de antifascistas, revolucionarios o simples isleños comprometidos con las libertades. Detenciones, torturas, persecución, asesinatos...casi 7.000 canarios fueron asesinados, cerca de 40.000 detenidos y miles de familias humilladas y hundidas en la miseria. Todo ello en un país que, si bien resistió en algunos focos (Arucas, Vallehermoso, La Palma...), no plantó una oposición militar comparable al de otras naciones del estado. Con todo, el pueblo canario padeció una represión tal comparable a las regiones españolas que más encarnizadamente resistieron a las tropas franquistas. ¿Por qué? Aún los historiadores no nos dan respuestas convincentes. Nosotros no descartamos, en absoluto, el desprecio de los mandos militares españoles en Canarias con las masas campesinas y trabajadoras de isleñas. Todo esto sin olvidar, por supuesto, el nefasto y criminal papel que jugó las oligarquías insulares colaboracionistas. Aunque ya no puede sorprender el cinismo hispánico -ya estamos acostumbrados al mismo-  resulta bochornoso que aún pongan sobre la mesa los conventos e iglesias que fueron quemados cuando ni uno sólo de ellos fue en Canarias ni por los canarios. Exterminando  toda una generación de canarios y canarias formados, politizados y comprometidos, debemos reconocer el retroceso que supuso para la concientización de la sociedad canaria. Hoy las consecuencias continúan vigentes.

Nosotros no olvidamos el genocidio. No queremos venganza sino MEMORIA Y DIGNIDAD.