Canarias

CANARIAS

Canarias (Tikanaren o Tiknariyin en lengua amazig) es una nación isleña africana, situada en el océano atlántico al noroeste de África entre las coordenadas 27º37' y 29º25' de latitud norte y 13º20' y 18º10' de longitud oeste.

El país lo constituye un archipiélago conformado por siete islas y varios islotes de origen volcánico. Las islas son La Palma (Benahuare), El Hierro (Azeru), La Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura (Arbani) y Lanzarote (Titerugakat), a lo que sumamos los islotes de Isla de Lobos, La Graciosa, Montaña Clara, Alegranza, Roque del Este y Roque del Oeste. Al norte el pequeño archipiélago de Salvajes conformado por Salvaje Grande, Salvaje Pequeña y Salvajita en la actualidad ocupado por Portugal. El país tiene una extensión de 7.449 km2 y una población de 2.118.519 habitantes censados, lo que supone una alta densidad de población de 284,48 hab/km².


A pesar de ser un país más grande que, por ejemplo, Cabo Verde, Malta, o Andorra, por citar a los más próximos, no cuenta aún con estado propio ni soberanía alguna. Canarias constituye en la actualidad el último vestigio colonial del antiguo imperio español. Su estatus político desde 1982 es de Comunidad Autónoma y con la entrada en la Unión Europea de España se forzó la integración del país como Región Ultraperiférica RUP. La aplicación de medidas propiamente continentales en un territorio insular, están creando graves problemas demográficos, medioambientales, culturales y de gobernanza. Canarias posee unas marcadas características nacionales de base cultural, histórica y geográfica. Como todos los archipiélagos africanos se caracteriza por una rica identidad fruto del mestizaje e históricas emigraciones. En el caso de Canarias la fusión entre las raíces amazighes (africanas), la cultura criolla caribeña y la europea con un marcado sello de identidad propia. En Canarias se habla un dialecto propio del español, muy semejante al español caribeño y que refleja su particular identidad latino-africana.

La nación comprende el conjunto del Archipiélago Canario y sus 200 millas náuticas en las que se incluyen las Islas Salvajes hoy ocupadas por Portugal y deshabitadas, y parte del Banco Canario-Sahariano ocupado ilegalmente por Marruecos. La Diáspora isleña en el exterior es fundamental, sobre todo la suramericana que alberga a millones de isleños y sus descendientes, concretamente en la región del Caribe (Cuba, Puerto Rico, Rep. DominicanaUSA y Venezuela) aunque también en países como Uruguay y Argentina. En las últimas décadas la diáspora europea se ha disparado formada por miles de jóvenes canarios con formación académica que no encuentran futuro en su propia tierra.


[El gráfico refleja cuál sería el resultado de una delimitación equitativa de Canarias con Madeira, Marruecos, e incluso con el Sáhara. En la ZEE de Canarias quedanrían englobadas las Islas Salvajes, el Banco de Dacia y el Banco de La Concepción (Felipe Baeza Betancort - «Las Islas Canarias ante el nuevo Derecho Internacional del Mar»)]

El Estado Español somete a Canarias en la actualidad, con el apoyo de la burguesía canaria, imponiendo un régimen autonómico –que no autónomo- en el que la corrupción, la colonización cultural, la pobreza y la destrucción brutal del territorio son su principal divisa. Además de un sistema electoral totalmente antidemocrático diseñado para perpetuar el caciquismo insular.


Prueba de ello  es que la Canarias española cuenta con los mayores índices de corrupción, de paro, pobreza y desigualdades de todo el Estado al que pertenece.  En lo que respecta a la cultura, la identidad canaria se encuentra en claro retroceso y extinción, donde es excluida de gran parte del sistema educativo y los medios de comunicación, marginada y folklorizada.  Y en el ámbito medioambiental, recordamos que a pesar de contar con islas enteras declaradas “Reservas de la Biosfera” y el 40% de su territorio protegido legalmente,  en la práctica la realidad es muy distinta. Ninguna protección legal tiene efecto real en el Archipiélago a la hora de arrasar el territorio, como por ejemplo los sangrantes casos de Granadilla, Tindaya o Tamadaba, El Cotillo, Roque Nublo...


A pesar de todo, Canarias posee una poco conocida historia de heroicas resistencias populares frente al poder. Y en la actualidad una parte significativa de la sociedad canaria consciente, no nos resignamos y luchamos por los derechos de nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestra cultura canaria. Luchamos por nuestra libertad y soberanía nacional, por nuestra independencia.