31/12/12

La mansión de Paulino es un síntoma pero no es la enfermedad


Si un lastre hemos heredado de estas tres décadas de autonomía ‘a la española’ es la clase política derivada de la misma. No es que la imposición del mediocre estatuto de autonomía por la vía 143 haya aportado beneficios frente a la centralización franquista, pero los datos están ahí. El diseño, gestión y control de este nuevo modelo para Canarias ha estado en manos de los de siempre; Madrid y sus centinelas en el Archipiélago, con la inestimable colaboración, por supuesto, de las casta caciquil y parasitaria insular. De esta manera se explica toda una generación de presidentes del Gobierno de Canarias tan españolistas y serviles como Jerónimo Saavedra, el gallego Lorenzo Olarte, el español Manuel Hermoso, Román Rodríguez, Adán Martín y quizás el más timorato y absurdo de todos; Paulino Rivero.

En el caso de Rivero y más que ningún otro salta a la vista su limitado alcance intelectual y político, su escasa personalidad y nulo carisma. Una figura realmente nominal, un machanguillo manejable por el cacicato insular y el aparato de la dependencia. Estos días se publica esta imagen de su mansión en El Sauzal (Tenerife) que pronto será finalizada dando un ejemplo inmejorable de auteridad "ejemplo para España". Es así como premian el los caciques insularistas los servicios prestados de su marioneta. 


Paulino y su esposa con peineta
española rindiendo homenaje al imperio.


Evidentemente a la mayoría de los isleños nos envenenan estampas como las  del 'chabolaso paulinesco' mientras buena parte de los canarios son expulsados de sus viviendas víctimas de una auténtica limpieza étnica y clasista del capitalismo colonial. Todo ello al calor por de uno de los paros más altos de la UE, situación que condena nuevamente a los canarios a la miseria, hambre y emigración. Ahí esta el Paulinato dando ejemplo de austeridad, por supuesto.  Pero lo que no debemos perder de vista es que realmente esto es la punta del iceberg de una injusticia  inmensa y arraigada en nuestro país canario. Mientras nuestro pueblo pasa miseria una minoría de caciques y nuevos ricos se forran a costa de nuestra dependencia, la corrupción generalizada y el modelo económico colonial depredador y explotador de los trabajadores canarios. Los datos están ahí: Canarias no sólo presenta los datos sociales y económicos más miserables, sino que además conserva una de las mayores desigualdades económicas de toda la Unión Europea bastante cercana al promedio del tercer mundo.

Esta es la Canarias que nos ofrece la dependencia, el capitalismo y el caciquismo, es decir, lo de siempre. En nuestras manos está -aunque nos hagan creer lo contrario- transformar Canarias y poner en manos del pueblo canario su futuro. Independencia y soberanía popular por encima de Madrid, Bruselas y quien sea, primero nuestro pueblo, nuestra tierra y nuestros hijos.