Si un lastre hemos heredado de estas tres décadas de autonomía ‘a la española’ es la clase
política derivada de la misma. No es que la imposición del mediocre estatuto de autonomía por
la vía 143 haya aportado beneficios frente a la centralización franquista, pero
los datos están ahí. El diseño, gestión y control de este nuevo modelo para
Canarias ha estado en manos de los de siempre; Madrid y sus centinelas en el
Archipiélago, con la inestimable colaboración, por supuesto, de las casta
caciquil y parasitaria insular. De esta manera se explica toda una generación de
presidentes del Gobierno de Canarias tan españolistas y serviles como Jerónimo Saavedra, el gallego Lorenzo Olarte,
el español Manuel Hermoso, Román Rodríguez, Adán Martín y quizás el más
timorato y absurdo de todos; Paulino Rivero.
En el caso de Rivero y más
que ningún otro salta a la vista su limitado alcance intelectual y político, su
escasa personalidad y nulo carisma. Una figura realmente nominal, un
machanguillo manejable por el cacicato insular y el aparato de la
dependencia. Estos días se publica esta imagen de su mansión en El Sauzal
(Tenerife) que pronto será finalizada dando un ejemplo inmejorable de auteridad "ejemplo para España". Es así como premian el los caciques insularistas los servicios prestados de su marioneta.
Paulino y su esposa con peineta española rindiendo homenaje al imperio. |
Evidentemente a la mayoría de los isleños nos envenenan estampas como las del 'chabolaso paulinesco' mientras buena parte de los canarios son expulsados de sus viviendas víctimas de una auténtica limpieza étnica y clasista del capitalismo colonial. Todo ello al calor por de uno de los paros más altos de la UE, situación que condena nuevamente a
los canarios a la miseria, hambre y emigración. Ahí esta el Paulinato dando ejemplo de austeridad,
por supuesto. Pero lo que no debemos
perder de vista es que realmente esto es la punta del iceberg de una injusticia inmensa y arraigada en nuestro país canario. Mientras nuestro pueblo
pasa miseria una minoría de caciques y nuevos ricos se forran a costa de
nuestra dependencia, la corrupción generalizada y el modelo económico colonial
depredador y explotador de los trabajadores canarios. Los datos están ahí:
Canarias no sólo presenta los datos sociales y económicos más miserables, sino que además
conserva una de las mayores desigualdades económicas de toda la Unión Europea
bastante cercana al promedio del tercer mundo.
Esta es la Canarias que
nos ofrece la dependencia, el capitalismo y el caciquismo, es decir, lo de
siempre. En nuestras manos está -aunque nos hagan creer lo contrario- transformar Canarias
y poner en manos del pueblo canario su futuro. Independencia y soberanía
popular por encima de Madrid, Bruselas y quien sea, primero nuestro pueblo, nuestra tierra y nuestros hijos.