A pesar del incidente en la celebración donde un canadiense intentó asesinar a la líder del Parti Québécois que empañó la victoria, supone un paso muy importante aunque lejano para la liberación de Quebec. Una vez más nos puede servir para reflexionar en Canarias. Entre otras cosas ¿hasta que punto nos tomamos en serio la titánica tarea de liberar nuestro país?
Pauline Marois, líder de la formación independentista canadiense Parti Québécois, se convirtió en la nueva primera ministra del
gobierno de Québec, después de ganar
las elecciones en esa región francófona. La líder del partido
independentista reafirmó su compromiso de separar el destino de Québec del de
Canadá, y aseguró a sus seguidores que el futuro de esa región es convertirse
en un país soberano.
"Como nación queremos tomar decisiones que
nos afecten a nosotros mismos", afirmó Marois.
La
nueva gobernante resaltó que la lengua francesa es esencial para el futuro de
la provincia, y más tarde se dirigió en inglés al sector anglófono quebequense,
a quienes prometió "forjar un futuro
en el que estuvieran todos juntos al lado de las primeras potencias".
La
agrupación política dirigida por Marois gobernará en minoría, pues no logró
alcanzar los escaños suficientes para gobernar con independencia. Se
especula que la primera ministra recién electa convoque a un referéndum sobre
la independencia de Québec, animados por la última consulta celebrada en 1995,
donde los independentistas perdieron por apenas 50 mil votos.
Paso a
paso hacia el referéndum
Que Pauline
Marois gobierne en minoría dificultará su promesa de plantear un tercer
referéndum sobre la independencia en Quebec. Su programa electoral, basado en
los asuntos identitarios, las leyes de idiomas y la independencia así lo
presentaba, pero los resultados y la falta de interés para dar este paso del
resto de los partidos dificultan considerablemente este plan.
Pero la
dificultad no reside solo en la negativa del resto de fuerzas a un posible
apoyo ante un nuevo referéndum. Los sondeos respecto a una nueva votación sobre
la independencia prevén que a día de hoy tan solo uno de cada tres quebeçois
votaría a favor, lo que supondría el tercer fracaso, algo políticamente difícil
de digerir.
Sin
embargo, y aunque a principios de la campaña electoral Marois evitó
pronunciarse sobre el tema, a finales de la carrera hacia el poder, las
opiniones a favor de un nuevo referéndum aumentaron e incluso la candidata del
PQ se mostró favorable a impulsar dicha iniciativa en caso de victoria. Marois
podría plantear el referéndum en el tercer año de su Gobierno e incluso en un
segundo mandato, puesto que la realidad actual apunta a un nuevo fracaso de
otra consulta y a una dura oposición por parte del resto del Parlamento.
Lo que está claro es que Marois y su Gobierno deberán realizar paso a paso su
camino hacia el referéndum para obtener de una vez por todas unos resultados
que abran las puertas a la anhelada independencia del país.