¿Qué haría usted con 359
euros más al año? El pasado año 2010, por ejemplo, es la cantidad que de media
cada canario aportó para ciudadanos cántabros, asturianos o vascos.
Conexiones aéreas canarias en el 2003. Imagen y realidad que ilustra muy bien la situación de
dependencia extrema de nuestro país en todos los ámbitos. De esos barros estos lodos.
En el caso de una familia de cuatro personas, se habrían dejado
de percibir una media de 1.436 euros en forma de rentas, servicios públicos o
la parte proporcional de inversiones de las distintas administraciones. Son
casi 120 euros al mes, el equivalente al consumo medio de combustible de su
vehículo y facturas de agua, luz y telefonía, o a una compra en el
supermercado.
La población canaria, cuya renta disponible per cápita anual
está en torno a los 12.000 euros en 2010, financia a ciudadanos de comunidades
autónomas como Cantabria, País Vasco o Asturias, con rentas superiores a la
canaria entre el 30% y el 60%. Éstos, y otros datos muy clarificadores sobre
cuál es la relación económica de Canarias con el resto del país, se pueden
obtener en el estudio publicado recientemente por el Instituto Nacional de
Estadística sobre Contabilidad Regional de España 2008-2011.
Son las grandes cuentas, los grandes
números, en los que se condensa toda la actividad y los flujos económicos de un
territorio.
Producto interior bruto (PIB) y renta
bruta disponible pueden parecer conceptos equivalentes, pero no lo son.
Incorporan matices reveladores de cuál es la verdadera naturaleza de los
vínculos económicos entre Canarias y el resto del país. Son los de un
territorio del que se extraen rentas para su redistribución en otras regiones.
Canarias es la comunidad menos favorecida en el reparto, a pesar de tratarse de
una comunidad autónoma por debajo de la media en PIB per cápita. Con el PIB per
cápita se calcula la producción que por todos los conceptos se origina en un
país, región o territorio.
Con la renta bruta disponible
calculamos qué importes podemos realmente imputar al ciudadano de ese
territorio y para eso tenemos que calcular el saldo de su relación con el
exterior, con el resto del país: el de la balanza comercial y de servicios
(bienes de todo tipo, turismo en uno y otro sentido, finanzas, seguros…), el
saldo de las administraciones públicas (los ingresos del Estado y el retorno
por la vía de los presupuesto generales del Estado o asimilados), los saldos de
la Seguridad Social (cotizaciones por una parte y prestaciones que se abonan a
ciudadanos con esa residencia), transferencias de rentas entre ciudadanos con
uno u otro origen…
Coloquialmente, es sumar todo lo que
entra y restar todo lo que sale. En definitiva, todo aquello que suponga una
relación económica con los distintos territorios que conforman el país. El
resultado es que de cada canario (de cada niño y cada adulto; de cada activo
empleado y cada parado) se detrajeron 359 euros para ciudadanos residentes en
el resto del país en 2010, muchos de ellos residentes en territorios con una
renta muy superior a la canaria. Son algo más de 718 millones de euros anuales
los que por muy diversos conceptos se detraen de la economía canaria para
remunerar agentes económicos (empresas, familias o administraciones públicas)
de otras regiones del país. Un caso insólito en un país desarrollado y más
propio de regiones con una relación de tipo colonial con sus metrópolis.
En España no hay otro caso semejante,
salvo Murcia, con un saldo ligeramente negativo en 2010. No hablamos de
compensación, hablamos de una situación donde ni siquiera se aplican los
mecanismos para evitar la descompensación que efectivamente se produce. No se
aplican pero existen.
El Régimen Económico y Fiscal canario
contempla un instrumento que, al menos parcialmente, puede ayudar a equilibrar
esta injusticia y es la obligatoriedad de equiparar a Canarias con la media de
inversión del conjunto de comunidades autónomas. Una medida sistemáticamente
incumplida por todos los gobiernos de la democracia y que solo se ha corregido
parcialmente en aquellos años en que el peso específico de los nacionalistas
canarios era relevante en los equilibrios políticos del conjunto del estado.
Pero no es suficiente, al necesario cumplimiento de las medidas contempladas en
el REF, se tiene que unir la creación de la Hacienda canaria con capacidad para
administrar todos los recursos que se producen en las Islas, para que se
incorporen mecanismos que permitan compensar los ingresos que se generan en
Canarias por las multinacionales españolas de la energía, de la banca, de las
comunicaciones… Éstos se declaran y remuneran fuera. No hay reivindicación más
justificada que ésta para el debate territorial en el estado español.
Juan José Martinez Díaz. Economista