8/1/13

Somos la potencia turística de la UE y nos hundimos en la miseria

Canarias es el primer país turístico de la Unión Europea según el ranking elaborado por Eurostats (la página oficial de estadísticas de la Comisión Europea) en su anuario de 2012. Mientras el pueblo canario emigra huyendo de uno de los índices de paro más altos de la UE y una miseria y hambre galopantes.


El estudio sitúa al Archipiélago como la número uno en el sector turístico entre los 27 estados de la Unión, atendiendo a la cifra de pernoctaciones registradas en sus establecimientos hoteleros y extrahoteleros. Otros destinos del Estado Español ocupan lugares destacados en el ranking como por ejemplo las Islas Baleares que ocupan la segunda posición o Cataluña en la cuarta.

La nación canaria se sitúa por encima de metrópolis como Londres, Roma o París, y aún con más tráfico turístico que zonas como las populares Toscana o Véneto italianas. El Tirol o los Alpes son también destinos menos atrayentes que nuestro país, que alberga una ventaja competitiva fundamental: sus horas de sol radiante durante todo el año. Gran diferencia esta de otros competidores que ven reducido el número de visitantes en determinadas épocas del año.

En Canarias se producen un total de 64,7 millones de pernoctaciones anuales (las noches contratadas por los viajeros de otros países en sus hoteles o apartamentos). No olvidemos que en 2011 las el país batió su récord histórico de turistas, con 12 millones de visitantes extranjeros –de la cual una ínfima minoría son españoles- en un ejercicio en el que la primavera árabe alteró el mercado de forma significativa: el devenir político de estos países generó inseguridad entre su público habitual (en especial, franceses e italianos, en lo que atañe al norte del Continente), que buscó pasar sus vacaciones en otros lugares. Los turoperadores, de hecho, derivaron a muchos de estos clientes al Archipiélago. En el caso de Canarias, sus principales mercados emisores se ubican en el Reino Unido, Alemania y los países escandinavos.

Las Islas ya han registrado en el transcurso de 2012 un importante nivel de gasto turístico: 9.657 millones de euros entre enero y noviembre, en los niveles del récord de 2006, en el que se alcanzaron los 10.600 millones. Tampoco andan muy lejos del récord de 2011, ya que en los primeros once meses del pasado ejercicio ya había acumulado 9.220.852 visitantes foráneos. Con todo, y pese a la evolución de la industria, la comunidad autónoma tiene 284.915 desempleados y una tasa de paro superior al 33%.




¿Es culpa también de la clase política?


No se puede negar lógicamente la participación de la casta política insular en la situación actual. Pero ¿cómo se explica que una potencia turística como Canarias presente al mismo tiempo uno de los mayores índices de miseria de toda la UE? La reconocida corrupción y chapucería de la clase política isleña es sólo un síntoma de algo más profundo que no nos cansamos de recalcar. El problema es más profundo y está profundamente arraigada en la realidad histórica eminentemente colonial de Canarias. No son las personas sino la estructura de dependencia la que se encuentra perfectamente diseñada para sostener el saqueo de las Islas. Con la inestimable colaboración de la clase dominante insular y sus marionetas políticas, el Estado Español extrae sus inmensas ganancias económicas ya sea en materia turística como empresarial utilizando al Archipiélago como mercado cautivo para sus empresas y producción. 
Archipiélago Machango (c) 
En ello el Estado no se encuentra solo sino que se encuentra apoyado por potentes turoperadores turísticos europeos y multinacionales que son partícipes del continuo saqueo de nuestros recursos y generación de riquezas. A cambio una mínima inversión para callar e ignorantar a todo un pueblo que debe creer que la humillante situación actual es normal. Es una estructura de dependencia especialmente diseñada para garantizar la dependencia fomentando el caciquismo insular, la corrupción, la asimilación cultural del pueblo canario y la destrucción total de cualquier sector productivo que pudiera fomentar algún tipo de sostenibilidad autónoma del Archipiélago. Sin olvidar por supuesto que este capitalismo colonial consagra a una casta colaboradora el papel de bisagra colonial que amasa grandes riquezas a cambio de unos índices de desigualdad monstruosos e inhumanos que arraiga la corrupción y la carencia de democracia hasta extremos perfectamente asimilables al tercer mundo. Esta noticia es contundente sobre el status de Canarias que hasta un ciego puede verlo tras estos datos. Despertemos.