Excelente artículo de Iván Suomi (tamaimos.com) que aborda los asuntos primordiales para el futuro próximo de nuestro país tan conveniente olvidado por los mass media y que solamente mantienen vivos nuestra televisión pública, que aunque muy mejorable, es más que necesaria.
Iván Suomi. Tamaimos. 25S. Acaba hoy otro día de
multitudinarias (¡y necesarias!) protestas en Madrid que como de costumbre se
han seguido muy de cerca en Canarias. También andamos bastante entretenidos
estos días con la que se está montando en Cataluña, que dice que quiere decidir
y que ya no le conviene el matrimonio con España; y España que si la
Constitución sacrosanta, la unidad de la nación y el repertorio de siempre.
Añadamos un poco de Real Madrid, un poco de Barça y ya tenemos el potaje
preparado con su conduto y todo para que al personal no le falte sustento con
que entretenerse, y recrear así la ilusión de que se está al cabo de la calle.
De lo que está pasando en Canarias, sin
embargo, no parece enterarse la mayoría. No me refiero ahora a los recortes sin
tino, a los desahucios, a la estafa de los bancos, a la pobreza ya instalada en
familias en teoría fuera de riesgo, al 38% de los
niños canarios viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Por
cierto, la próxima vez que lean noticias sobre cómo siguen llegando millones de
turistas, pregunten quién les está robando la vida entonces a esos chiquillos.
Todo eso sería motivo más que de sobra
para sacar miles de canarios a la calle, en vez de estar mirando bovinamente
para lo que hacen en Madrid. Pero como ya dije, no me refiero a todo eso. Como
siempre, la realidad Canaria es otra, comporta implicaciones distintas de las
ibéricas, propias; es precisamente esa otredad la que pasa desapercibida para
el común de los canarios, que perciben su país y el mundo entero por el ventanuco
estrecho de unos medios de comunicación reduccionistas, simplificadores y
sobretodo ajenos. Excepciones honrosas las hay, que confirman la regla.
Entre esas implicaciones propias se
encuentran los planes de
EEUU y España de convertir a Canarias en punta de lanza para orquestar un
ataque a la región del Sahel, y para servir de trampolín a la
expansión norteamericana en África. La base aérea de Gando ya ha servido para
operaciones de la OTAN, y a ella se suma ahora nada menos que el arsenal de Las
Palmas, situado en el corazón de la ciudad y del puerto de La Luz. Cuando se
decidió construir la macrocárcel de Juan Grande no faltó quien denunciara la
verdadera intención de usarla como infraestructura para la “lucha global contra
el terrorismo” de Al Qaeda. ¿Conspiranoia? Puede ser, aunque podría parecer
otra pieza de este puzzle; recordemos que no han faltado ni vuelos ni cárceles
secretas, al margen de toda legalidad, y situadas también en territorio de la
UE.
Sea como fuere, el ministro de
exteriores español ya está
preparando el terreno, metiéndonos miedo con la inestabilidad de la
zona, Al Qaeda y toda la
retórica al uso. Que una operación militar junto a los
estadounidenses va a mejorar la seguridad de la región lo podemos verificar en
Iraq o Afganistán; la diferencia ahora es que Canarias estaría casi en
primera línea y se convertiría automáticamente en objetivo militar. Y digo
Canarias, que no España. Eso por no hablar ya de lo que supone éticamente que
unos usen tu país como rampa de lanzamiento para su expansión africana, y otros
lo cedan graciosamente como si fuera suyo y sin contar para nada con los
interesados, que somos los canarios, que no los españoles.
Y de postre, la traca final: la
marina estadounidense ha solicitado a España permiso para que sus buques de
guerra nucleares puedan hacer escala en Las Palmas, lo que sería de gran
interés para el AFRICOM.
Lo pueden leer en el punto 4 de este cable
confidencial de la embajada de EEUU. Desconozco cuál ha sido la
respuesta, pero no tengo grandes esperanzas puestas en la firmeza del gobierno
español frente a peticiones de Estados Unidos, máxime tratándose de posesiones
de ultramar, alejadas del núcleo de la nación española.
Conque de aquí a poco Canarias puede
convertirse en fondeadero de buques nucleares norteamericanos, avanzadilla de
una nueva operación de guerra yanqui y en objetivo militar de primer orden en
el continente africano. La tele, sin embargo, no lo cuenta y la gente está a
otra cosa. Pedro Lezcano, de rabiosa actualidad.