21/7/12

«Quieren desbaratar la creación de un Estado amazigh»


Entrevista a Masin Ferkal, militante amazighista y presidente de la Asociación Tamazgha. Reside en París y ejerce como profesor. Sigue muy de cerca los acontecimientos de Azawad, sobre todo, desde que se proclamó su independencia en marzo. Cree que los grupos islamistas son el mayor obstáculo para llevar a cabo el proyecto de un Estado moderno, democrático y laico. Denuncia que la comunidad internacional intente aislar al MNLA (Movimiento Nacional de Liberación del Azawad) para no reconocer la independencia de Azawad.
Arantxa MANTEROLA. Gara.net
¿Cuál es la situación actual en Azawad?
La situación es confusa. Determinadas potencias están alimentando esa confusión para justificar una eventual intervención militar. Una verdadera coalición internacional intenta aislar al MNLA con el fin de desbaratar el proyecto de independencia de Azawad y la instauración de un Estado amazigh (bereber). Grupos islamistas, apoyados por ciertos Estados se encargan de esta misión de crear el caos en Azawad. Pero el MNLA tiene claro que no va a quedarse de brazos cruzados y pone a la comunidad internacional ante sus responsabilidades. Esa comunidad que sigue negándose a reconocerlo, incluso cuando es evidente que el MNLA no tiene nada que ver con los grupos islamistas. Peor aún; algunos Estados no tienen empacho alguno en hablar con ellos como el mediador para la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados del Africa Occidental) que ha recibido recientemente a representantes de Ansar-Dine en Uagadugú (Burkina Faso) o el Estado argelino que se ha reunido varias veces con ellos y con el MUJAO (Movimiento para la unicidad del yihad en Africa occidental).
¿Está implicada la población tuareg en el proyecto de un Estado propio? ¿Y los que no lo son?
La población tuareg está, por supuesto, muy implicada. Si el MNLA se ha comprometido en la lucha por la liberación de Azawad y si ha logrado liberar todo su territorio en algunos meses, es evidente que ha sido gracias al apoyo de la población. En la actualidad el MNLA cuenta con unos 10.000 combatientes. Ha habido manifestaciones de apoyo al MNLA y la casi totalidad de los notables y representantes de la sociedad civil han mostrado, asimismo, su adhesión a la independencia de Azawad y su apoyo al MNLA.
Las poblaciones que no son tuaregs son minoritarias y están divididas. Una parte está con el MNLA y otra se opone a la independencia. Generalmente, son poblaciones manipuladas por los movimientos islamistas o por Bamako, que combatieron al lado del ejército de Mali antes de la liberación de Azawad.
El MNLA propone una República islámica abierta mientras que Ansar-Dine aboga por un Estado islamista donde la ley sería la «charia». ¿Cómo se concilian estas dos posiciones?
El MNLA nunca ha propuesto una República islámica. Esa idea apareció en unos pseudo-acuerdos entre el MNLA y Ansar-Dine que no concluyeron en nada. Desde enero de 2012, el MNLA se ha declarado favorable a un Estado democrático y laico y sigue en la misma posición. EL MNLA impulsa la modernidad, la democracia, la laicidad y el respeto a la mujer, que es un valor fundamental de la sociedad tuareg. Por otro lado hay un grupo de obscurantistas -Ansar-Dine- que buscan hundir Azawad en la Edad Media e impedir simplemente que la gente viva. No es posible conciliar dos proyectos ideológicamente tan dispares.
El MNLA aparece más débil en relación a los islamistas...
Es lo que ciertos medios de comunicación intentan hacer creer. Los grupos terroristas islamistas solo cuentan con unos centenares de hombres. Aun así, tienen una gran capacidad para hacer daño. Su papel es, precisamente, aterrorizar y sembrar el horror. Además, hay que recordar que están apoyados financieramente, sobre todo por el emirato de Qatar. Las barbaries cometidas por estos grupos en Tombuctú y Gao no son más que una escenificación para justificar una eventual intervención militar. Si el MNLA no interviene militarmente en estas ciudades es para evitar las masacres de las que podría ser víctima la población civil en los enfrentamientos que los grupos islamistas no dudarían en provocar. No obstante, el MNLA sigue siendo la fuerza que controla todo el territorio, especialmente, las fronteras.
¿Es cierto que los islamistas reciben ayudas considerables (dinero, ayuda logística, armas...) provenientes de otros Estados?
Sí. Reciben refuerzos de Estados como Qatar y Argelia. El primero no esconde sus vínculos con los islamistas. El Estado argelino también les da apoyo logístico. Los lazos entre este y el Aqmi [Al Qaeda del Magreb] no son un secreto para nadie. El antropólogo británico especialista en la región norafricana Jeremy Keenan ha realizado varios estudios que lo demuestran.
¿Quién es Iyad Ag Ghali, jefe de Ansar-Dine?
Es un tuareg originario de la región de Kidal. Fue uno de los dirigentes de la rebelión tuareg de 1990 y en aquella época jugó un papel muy importante. Más tarde, fue enviado a Arabia Saudí donde ejerció como cónsul de Mali en Jedda. Pasó por Qatar, tuvo contactos con Gadafi y, a su vuelta a Bamako, fue nombrado consejero de la Presidencia. Como fue uno de los protagonistas de los acuerdos de Argel en 1992, también ha conservado buenas relaciones con Argel. Vista su evolución y la gente que frecuenta, resulta fácil comprender cómo ha caído en el salafismo.
El MNLA ha rechazado la alianza con Ansar-Dine. ¿Esta posición es mayoritaria?
El rechazo a una alianza con Ansar-Dine es muy mayoritaria en el seno del MNLA. Algunos de sus miembros han querido dialogar con Ansar-Dine para apelar a sus combatientes a unirse al MNLA. Hay que tener en cuenta que, contrariamente a otros grupos islamistas, los combatientes de Ansar-Dine son tuaregs. Pero esa estrategia no ha dado frutos.
En junio hubo enfrentamientos entre milicianos de Ansar-Dine y del MNLA. ¿Sigue habiendo esa tensión?
Sí. Las relaciones siguen siendo muy tensas y no pueden ser de otra manera y los enfrentamientos entre el MNLA y el conjunto de los grupos terroristas islamistas, incluido Ansar-Dine, van a intensificarse. Lo ideal sería que la comunidad internacional apoyase al MNLA para combatir a esos grupos. Aun sin ese apoyo, el MNLA no tendrá más remedio que afrontarlos solo puesto que son una amenaza para el territorio que el MNLA ha liberado.
Se habla de una intervención del gobierno malí con la ayuda de ciertos países como Francia o EEUU de América para recuperar el control de Azawad. Por el momento, la ONU se resiste a autorizarla mientras que la Unión Africana está presionando en ese sentido. ¿Estarían los tuaregs dispuestos a afrontarla o a negociar?
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que rechaza la independencia de Azawad y tampoco reconoce al MNLA como interlocutor, no se lanza a aprobar una resolución que autorizaría una intervención militar tan deseada por ciertos Estados africanos. Francia siempre ha dicho que aportaría apoyo logístico. Pero una intervención militar no sería fácil. Si el Estado malí fuese capaz de retomar el control en Azawad, su ejército no hubiese sido arrollado por el MNLA. No hay que obviar que el desierto es un terreno nada fácil pero los tuaregs lo dominan bien y no tienen miedo a una intervención militar y, por supuesto, le harían frente. Dicho esto, el MNLA siempre ha mostrado su voluntad de diálogo a condición de que el principio de independencia de Azawad no sea cuestionado.