No jugaron en la selección
española y ni siquiera eran españoles, pero no importa si el objetivo es
provocar y humillar al pueblo canario. Guize y Ayose, antiguos dirigentes
indígenas de Fuerteventura, han sido blanco de la humillación españolista más
recalcitrante. Algo especialmente doloroso en una isla que ha sido
especialmente víctima de los desmanes coloniales españoles, y que aún hoy se
encuentra bajo el yugo militar del ordeno y mando madrileño. Los éxitos
deportivos de España son, una vez más, la excusa perfecta para la politización
y adoctrinamiento de los canarios en el españolismo más casposo. Faltando el
respeto a nuestros antepasados no han dudado en convertir a los monumentos en
honor a Ayose y Guise en Betancuria en ridículos pendones de la enseña
rojigualda. Tétrico trapo que estas semanas infesta, como aguavivas en Las
Canteras, nuestro país. Las humillaciones de este tipo a nuestro pueblo son
práctica tradicional, pero quizás algún día acabe tanta impunidad, quizás cuando nos respetemos un poco más a nosotros mismos. Sólo un
pueblo dotado de una mayor conciencia nacional y autoestima podrá dar una
respuesta digna a tanta ofensa.
Última hora: El monumento a Hautacuperche en Valle Gran Rey también ha sido mancillado por los ultras del españolismo. ¿Se trata de una campaña en toda regla para ultrajar los símbolos nacionales canarios?
Última hora: El monumento a Hautacuperche en Valle Gran Rey también ha sido mancillado por los ultras del españolismo. ¿Se trata de una campaña en toda regla para ultrajar los símbolos nacionales canarios?