El activista uruguayo solidario con Canarias residente en Lanzarote, José Morales, es víctima de una persecución política por parte de las autoridades españolas en la isla. Su 'delito' es la participación en las movilizaciones sociales contra el expolio del petróleo canario y contra Soria.
La Delegación del Gobierno Español en nuestro país ha
rechazado las alegaciones del activista uruguayo José Morales contra su
petición de expulsión de Canarias y del Estado. El Estado Español le ha
comunicado esta mañana que tiene 48 horas para abandonar el país el Estado. En
caso de no hacerlo, el viernes podría ser detenido y repatriado a Uruguay. El expediente de expulsión
se abrió el pasado 3 de abril. A Morales se le acusa de "alterar el orden
público" en una concentración frente a la sede del PP en Lanzarote en la protestaciudadana contra las prospecciones de Repsol en la visita del ministro español JoséManuel Soria. La policía española impuso multas de 300 euros a otros seis ciudadanosa pesar de que no hubo acto violento alguno. De hecho, la Policía Española no
detuvo a nadie en los supuestos "incidentes" y ninguna persona ni tampoco el
mobiliario urbano sufrió desperfecto alguno en aquella concentración ciudadana. A Morales ya se le abrió un expediente de expulsión tras una concentración de apoyo al pueblo saharaui en Arrecife y en la que
un policía español de paisano apuntó con su arma de fuego a
Morales en plena calle. A partir de aquellos hechos la policía española no ha
dejado de someterlo a una auténtica persecución política, su único delito es
ser inmigrante reconocido por su compromiso ineludible con las luchas de los
pueblos oprimidos como el canario y el saharaui.
Morales afirmaba que siente “angustia e indignación por tener que defenderse de unos hechos que no
ha cometido y por la terrible injusticia que se quiere cometer", así
como porque no se le está dando la oportunidad de esclarecer los hechos. El activista uruguayo,
colaborador de asociaciones de inmigrantes, sindicales y en defensa de los
derechos humanos, considera que su caso puede crear un "grave precedente para poder expulsar a
cualquiera" puesto que no hay sentencia firme y la expulsión se dicta
por una falta administrativa no probada. Señala que internará paralizar la
orden de expulsión mediante recursos.
Por otra parte, la semana pasada, la Fundación
César Manrique y la Comisión insular contra las plataformas petrolíferas,
integrada por el Cabildo y numerosos colectivos sociales, registraron sendos
escritos en la Delegación del Gobierno Español en Arrecife solicitando que se archive
este expediente de expulsión.
Tanto la FCM como la Comisión insular contra las
plataformas piden el archivo de la expulsión y muestran su solidaridad y apoyo
con los manifestantes que han sido denunciados. La FCM, además, mostró su
preocupación por los hechos y su defensa de los derechos civiles que suponen
una crítica al poder. La FCM reconoce "el compromiso de José Morales con
Lanzarote y con las causas sociales y ambientales que nuestra institución
reconoce y agradece". Intersindical Canaria también ha mostrado su
solidaridad con él.
José Morales, un hermano uruguayo solidario con Canarias.
José Morales vive en Lanzarote desde hace diez
años y asegura estar completamente arraigado en la isla y en el país, e
inclusive ha echado raíces aquí con una hija de cinco años que vive en
Lanzarote. El uruguayo participa en no pocos movimientos sociales y
ecologistas, así como sindicales y de apoyo al pueblo saharaui. Su amor por la
cultura canaria es manifiesto y se identifica con todos los problemas que
padecemos los canarios respondiendo solidariamente al pueblo que le acoge. No
sólo sus profundas convicciones ideológicas de izquierda le llevan a solidarizarse
con nuestro pueblo. Morales se siente intensamente hermanado con nuestro país
que el mismo reconoce su profunda vinculación con Uruguay de la que recuerda la
“sangre guanche que nos une a uruguayos y canarios” en alusión al importante
poblamiento canario en este país hermano de Suramérica. No olvidemos la
especial incidencia de los canarios lanzaroteños en el poblamiento de Uruguay
durante siglos y la importante comunidad uruguaya en la Isla de los Volcanes -parte de ella de ascendencia isleña-. Esta expulsión de corte fascista es un
mensaje claro a la numerosa población extranjera no española residente en
Canarias para que no se implique ni apoye los derechos e intereses del pueblo canario.
El Estado Español intenta instrumentalizar a la población inmigrante en su
tarea de colonización de nuestro país y el ejemplo de un ciudadano sensible con
nuestra realidad resulta peligroso. Esperamos que los canarios respondamos como
Morales se merece y que pueda seguir compartiendo codo con codo más las luchas populares
y la solidaridad de Canarias.
¡TODOS SOMOS JOSÉ MORALES!