José Carlos Martín Puig*. La España
que tu me ofreces es la que echa a familias enteras de sus casas porque
prefiere ponerse de lado de los bancos, la que prefiere prescindir de un médico
o un maestro que de un Rey o un obispo. Es la España que tiene militares en Afganistán y pronto en Malí, pero dice no tener dinero para más de 2 millones
de familias que no tienen ningún ingreso. Es la España que consiente que cuatro
sinvergüenzas se hayan quedado con los ahorros de decenas de miles de ancianos,
ayer preferentes para sus usureros bancos.
La España
que tu me ofreces es la que expulsa y exilia de la justicia al que quiso echar
el lazo a los golfos o devolver la memoria a los que no olvidan, pero al
tiempo, también la que paga o recoloca con sueldos millonarios a sus ex
presidentes, ex ministros, ex incapaces varios durante su gestión pública.
La España que tu me ofreces es esa que rodea de
policías a quienes señalan a los ladrones o que manda a pegar a quienes piden
trabajo y dignidad, pero hace la vista gorda con quienes han permitido
negocietes a las mafias chinas, rusas o made in Spain.
La España que tu me ofreces es la que mantiene
una monarquía que se vale de su status para forjar fortunas particulares sin
tener que dar explicaciones y de la que nos enteramos por la prensa extranjera
que tiene más de un Bribón como multimillonario patrimonio.
Mujeres canarias humilladas y expulsadas de sus viviendas (Chovito-Tenerife) |
El patria que tu me ofreces es esa a la que hay
que pertenecer porque sí, pero que al tiempo te quita derechos fundamentales
sin pestañear o que incumple su propia constitución porque se lo impone la
Europa de los mercaderes y los mercedes. La España que tu me ofreces es aquella
que estuvo atada y bien atada y hoy amordaza y limita las libertades a todo
aquel que va contra corriente. La España que tu me ofreces es la que está
concebida para que el rico sea más rico a costa de que el pobre lo sea más y la
clase media desaparezca.
La España que tu me ofreces es la de la
picaresca, la de la chapuza, la de la justicia intervenida, la de las primas de
riesgo que valen más que un niño hambriento. La España que tu me ofreces es la
que prefiere doblegarse a un tecnócrata o banquero alemán que dejar que un
vasco, catalán o canario decida otra forma de gobernar sus asuntos y futuro.
La España que tu me ofreces entiende a mi tierra
como su finca particular, su balneario de seguro sol, su colonia o región de
ultramar, a la que quiere cerca para expoliar sus recursos pero a la vez lejos
para no tener que escuchar mil veces repetir ni asumir las específicas
condiciones de vida que supone residir en un archipiélago.
La España que tu me ofreces es la que condena a
los canarios a no salir del subdesarrollo con una autonomía de tercera, que
compra a una clase dirigente que sólo busca llenar sus barrigas y que cercena
toda posibilidad de que nuestra economía sea dirigida de forma inteligente para
no ser por siempre dependientes.
Sean de derechas o llamándose de izquierdas,
esta es la España que nos ofrecen a los canaritos de a pié, a los que votamos o
no votamos, a los que pagamos a su hacienda, a los que demandamos lo que su
constitución reza, a los que vemos atónitos como los que dicen ser los más
patrioteros españolistas son los primeros que han convertido a su país en un
estercolero.
Parafraseando al poeta nacional canario
Francisco Tarajano, “la España que me ofreces se pueden quedar con ella y no es
que la desprecie, es que no nace quererla”, porque tal vez defender otro futuro
para esta tierra será una utopía, pero está más que claro que esta España que nos presentan no es la realidad que queremos
para nuestros hijos/as
José Carlos Martín Puig (Sociólogo)