Sólo el hecho de nombrarla
evoca el ideal de respeto y compromiso en mantener viva nuestra cultura e
identidad. Valentina desde su profunda
humildad y amor a las viejas tradiciones ya en plena extinción impulsó un
esfuerzo colectivo desde un rincón perdido de nuestro país; Sabinosa, en la
isla bimbape. Su tesón, carisma y compromiso hizo revivir el viejo folclore de
tambor herreño de probable origen indígena. Un ejemplo de recuperación y
revitalización de nuestro país que es más necesario que nunca. Sólo crecer
desde nuestra raíz, desde nuestro ser, garantizará un desarrollo lo más
coherente y adecuado a nuestra personalidad como pueblo más allá de mistificaciones Como dicen Taburiente y Mestisay en este video: “Esa mujer hizo
patria sin bandera”. Qué lo disfruten.