La continua subida de los precios de los cereales y el abandono de las instituciones frente al sector turístico condenan al sector primario a su desmantelamiento inmediato. Los ganaderos acusan a la clase política de ser complices de la erradicación del sector primario.
[Pastor conejero. Actualmente una verdadera rareza en la isla de los volcanes]
En Lanzarote, una docena de ganaderos desmantelan sus granjas por los precios. Las fuertes subidas de los precios de los cereales y el estancamiento de los precios de la leche desde hace décadas hacen insostenibles las explotaciones agropecuarias. Muchos ya han decidido abandonar y los que quedan ya se lo están pensando. A pesar de ser una profesión heredada de generación en generación sustentándoles económicamente, y muy a su pesar, estos canarios se han visto ante la práctica imposición del sector servicios obligados a dejar su ancestral profesión. En los últimos meses un saco de 40 kilos de millo ha pasado de costar 8,40 euros a 10,70. Una subida de 2,30 euros, cerca de un 30%, que además no se ha complementado con una subida de precios de la leche.
El problema se agrava en Lanzarote en relación con Fuerteventura ya que esta no posee una quesera en la isla. Ello es debido a causa de las continuas promesas incumplidas por parte de la clase política y las instituciones, que no han invertido las ayudas procedentes de la administración en ningún proyecto sostenible, esa espera ha cansado a los ganaderos que han decidido colgar el cartel de Se Vende.
Para el lanzaroteño Manuel Arbelo, uno de los más conocidos ganaderos de la isla; “La situación es insostenible”, por lo que ha decidido trasladarse a otra isla para huir de la crisis y continuar con su profesión de toda la vida.
En Fuerteventura ya han anunciado que la ganadería puede desaparecer en un año, y aclaran que no es alarmismo. Se paga 14 euros por un saco de millo para el ganado, lo que significa un 40% más que al comienzo del verano. Sin embargo lo único que mantiene el precio es el queso desde hace una década. A esto se añade otros factores que abocan al ocaso del sector primario en menos de un año, como predice el mahorero Juan Pedro Alonso Gutiérrez, presidente de la Cooperariva Guriamen y secretario de la de Villaverde: el obligado peaje de la doble insularidad en tema de transporte de los containers de comida para los animales, la subida de combustibles, la factura de la luz y el agua, la falta de suelo...etc. Solo los mayores de 50 años piensan mantener las cabras hasta su jubilación. Aseguran que "Es el peor momento que ha vivido esta cooperativa desde su fundación en 1966". El joven ganadero Juan Jesús Pérez afirma que “Parecen querer hundirnos”. “A veces parece que los políticos de esta isla están deseando asfixiar a los sectores primarios. No pueden engañarnos más y hacerlo peor. A día de hoy es imposible resistir la subida de precios y seguir viviendo de la ganadería” concluyó.