Lo
cierto es que Cubillo no fue ningún terrorista. No lo decimos nosotros, sino
que lo reconoce el mismísimo Estado Español, y es por este motivo que nunca
pudo ser juzgado como tal.
Redacción. La prensa de masas en Canarias se ha visto salpicada estos
días por una lamentable polémica impulsada por el españolismo en Canarias. El
motivo es el homenaje a la figura histórica de Antonio Cubillo en Santa
Cruz de Tenerife propuesto por Coalición Canaria y respaldada por Sí
Se Puede-IU y Ciudadanos por Santa Cruz. Una vez más, como cuandotuvo lugar el estreno del documental histórico ‘Cubillo, crimen deestado’, el españolismo y sus mas media vuelven a criminalizar al
canarismo enarbolando el fantasma del supuesto ‘terrorismo’ independentista. La
Policía Nacional española, el Partido Popular y el PSOE hacen
frente común ante un icono de la historia de Canarias muy, pero que muy
molesto. Precisamente porque su vida es un ejemplo de la brutalidad terrorista del Estado Español heredero del
Estado franquista.
Veamos los sesudos
argumentos de la derecha hispana en Canarias. La desconocida Asociación
Canaria de Víctimas del Terrorismo, dependiente de la española Federación
de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo, se pronunció al
respecto en los siguientes términos; "Es
una indecencia, una falta de rigor histórico y un despropósito que un
ayuntamiento como el de Santa Cruz homenajee a un terrorista como Cubillo"
y agregó: "El Consistorio tiene que saber que este homenaje causa mucho
dolor y sufrimiento a las familias canarias víctimas de esta barbarie".
Por otro lado, la Confederación Española de Policía (CEP)
amenaza incluso con denuncias por ‘enaltecimiento del terrorismo’.
Sin
embargo, cabe recordar que CC no propuso el homenaje en base a su militancia y
activismo en el Movimiento Para la Autodeterminación e Independencia del
Archipiélago Canario (MPAIAC) sino en su labor como abogado laboralista en
defensa de los trabajadores canarios, su faceta como escritor y profesor de
español en el extranjero, y en definitiva, como una figura esencial en la
historia de nuestro país. Con todo, la derecha española no acepta el
reconocimiento público a Antonio Cubillo ya que según ACAVITE "Lo que
pretenden con esto es maquillar este enaltecimiento al terrorismo con
eufemismos y justificaciones románticas del independentismo armado que no
convencen a nadie."
Contradicciones
y falta de respeto del españolismo
Cubillo tras su paso por la Audiencia Nacional en Madrid. En ningún momento se le pudo juzgar por terrorismo y fue puesto en libertad. |
Es
curioso, como las organizaciones españolas ignoren cuestiones fundamentales
sobre la militancia antifascista, anticolonialista e independentista de AntonioCubillo al frente del MPAIAC. Hablan de 'terrorismo' cuando las acciones armadas
del MPAIAC fueron en el contexto y en contra de una criminal dictadura fascista. Una
dictadura que se mantenía en base a un régimen de terror, que practicaba sin
pudor el terrorismo de estado. Detenciones y juicios sin ninguna garantía
democrática, torturas, asesinatos, ejecuciones etc. Estatus político en el cual
resultaba legítimo cualquier tipo de resistencia, aunque sea armada.
"Las acciones del MPAIAC fueron en el contexto y en contra de una criminal dictadura fascista. Una dictadura que se mantenía en base a un régimen de terror, que practicaba sin pudor el terrorismo de estado."
Hablan
de lo ‘terrorista’ que era el MPAIAC, pero olvidan que las acciones de dicho
movimiento fueron dirigidas a la destrucción de infraestructuras con una
motivación meramente propagandística, y que, en ningún caso, tuvieron la
intención de atentar a la vida humana. En cambio, las acciones del Estado
franquista en Canarias están salpicadas de sangre de inocentes asesinados a
sangre fría. Inolvidables mártires de la libertad de nuestro pueblo como Javier Fernández Quesada, Bartolomé García, o Antonio González Ramos son exponentes máximos de esta
barbarie. Si bien el MPAIAC causó accidentalmente víctimas, pero víctimas al
fin y al cabo, nuestra posturas no es el olvido. Nuestra postura es que se
reconozcan todas las víctimas, no sólo las de un bando o nacionalidad. Pero que
prevalezca, ante todo, la verdad y el respeto a los que lo dieron todo y
renunciaron a todo por nuestra libertad como pueblo frente a la tiranía.
Javier Fernández Quesada, Bartolomé García y Antonio González Ramos. Jóvenes canarios asesinados salvajemente por el terrorismo fascista español. |
Por
todo ello nos preguntamos ¿quiénes fueron los que realmente sembraron el horror
y la desgracia en las familias canarias? ¿Acaso la Asociación Canaria de
Víctimas del Terrorismo representa y acepta a las familias de Javier Fernández
Quesada, Bartolomé García, Santiago Marrero o Antonio González Ramos como
víctimas del terrorismo? ¿Acaso no causa dolor a las familias canarias víctimas
del terrorismo de Estado los continuos
homenajes al ejército español, a la policía española y la multitud de
monumentos y nombres de calles dedicadas al fascismo español en las ciudades y
pueblos canarios?
" ¿Acaso no causa dolor a las familias víctimas del terrorismo de Estado los continuos homenajes al ejército español y la multitud de monumentos y nombres de calles dedicadas al fascismo español?"
La
verdad les duele, y lo que fastidia no es el sufrimiento de las accidentales
víctimas del MPAIAC, sino que el homenaje sea a un independentista y antifascista.
Un personaje fundamental de la historia de Canarias que recuerda las vergüenzas
terroristas del Estado Español en la llamada transición. Lo cierto es que
Cubillo no fue ningún terrorista. No lo decimos nosotros, sino que lo reconoce
el mismísimo Estado Español, y es por este motivo que nunca pudo ser juzgado
como tal. Antonio Cubillo, con sus luces y sombras, con nuestros acuerdos y
desacuerdos, no hay duda de que fue ante todo un canario que entregó su vida a
la lucha por la libertad de Canarias en todos los sentidos. Víctima del
terrorismo español y precursor de la toma de conciencia nacional y social del
pueblo canario, de la revitalización de la cultura canaria y otros valores de
libertad que el fascismo franquista aplastó durante cuatro largas décadas.