Un
nuevo estado independiente ha nacido en nuestro continente, el Azawad. Para Mali los independentistas del MLNA son
terroristas y traficantes, Francia y la Unidad Africana no reconocen el nuevo
estado y para el movimiento amazigh se trata del primer estado de corte amazighista. Pero
¿qué hay de certeza en todo ello?.
BlogNACIÓNCANARIA. El 6
de abril, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) emitía
un comunicado proclamando
el Estado independiente de Azawad (ubicado en el norte de Malí). El escrito, fechado en
la ciudad de Gao y firmado por Billal Ag
Acherif, Secretario General del MNLA, también reconoce las fronteras en
vigor y su inviolabilidad, se adhiere a la Carta de las Naciones Unidas y se compromete a crear la
condiciones para una paz duradera y a establecer los fundamentos de las
instituciones de un Estado basado sobre una Constitución democrática y laica. La
Unión Africana (UA) rechazó esta declaración de independencia y su presidente, Jean Ping, ha exigido
a la comunidad internacional que haga lo mismo. La Unión Europea y Francia, antigua
potencia colonial y con fuertes intereses económicos en la región, también la
han rechazado. La cuestión ahora es si habrá intervención
armada para obligar a los tuaregs a disolver el Azawad y forzarlos a permanecer
dentro de las fronteras impuestas por el colonialismo francés allá por el siglo
XX, si se negociará, o si la fuerza de los hechos consumados seguirá su curso
y Azawad se convertirá en el 56º estado africano. Seguramente será la cuestión Las
materias primas y la seguridad del Magreb serán los elementos claves que
determinarán el destino de esta nación.
La rebelión
La
revuelta comenzó el 17 de enero, las fuerzas del MNLA lanzaron un ataque contra
la ciudad de Ménaka, en el norte de Malí y, a partir de ahí, se
inició la liberación de Azawad. Ha sido una guerra rápida facilitada por el golpe
de estado que un grupo de militares de Malí, liderados por el
capitán Amadou Sanogo, dieron contra su propio gobierno precisamente por, según
ellos, la debilidad del gobierno de Malí presidido por Amadou Toumani Touré frente
a la rebelión de los tuaregs. Otro factor importante ha sido el flujo de armamento procedente de Libia que,
tras la caída del régimen del Gadafi, llegó de manos de combatientes
tuaregs de la guerra libia. La existencia de grupos islamistas como Al Aqaeda
del Magreb Islámico o Ansar el Din ha servido como elemento de intoxicación
informativa y confusión. No sabemos a ciencia cierta la situación al respecto,
pero sí sabemos la postura tajante del MLNA frente al islamismo que además
acusan de ser tolerado por el mismísimo estado de Mali. Además conocemos que el
nacionalismo tuareg es más cercano a las corrientes laicas y democráticas
propias del movimiento amazigh que al islamismo, algo que
los mismos tuaregs valoran más ajustado a su propia identidad caracterizada por
un islam moderado.
Los tuaregs o Kel tamasheq
Tambien
conocidos como ‘hombres azules’ son una etnia con una población estimada entre
1.5 y 2 millones de personas. Ocupan la región central del Sahara y se encuentran repartidos entre norte
de Malí, Níger, sur de Argelia, sur de Libia, e incluso norte de Burkina Faso y
Mauritania. Son conocidos por la denominación árabe de ‘tuareg’ plural ‘targi’,
sin embargo son un pueblo de cultura y lengua amazigh y se denominan así mismo
‘Kel tamasheq’, es decir ‘Los del tamaceq’ que es el dialecto de la lengua
amazigh que hablan. Sus orígenes se encuentran en el Atlas y el arco
libio-tunecino y fueron empujados a ocupar el Sahara central por las invasiones árabes, una de las
regiones más inhóspitas del planeta. Su histórico contacto con los pueblos
subsaharianos ha hecho que con los siglos se haya mestizado con la población
negra del sur a pesar de conservar intacta su identidad amazigh. Nunca fueron conquistados salvo por
los franceses a comienzos del siglo XX, y su
islamización fue moderada y voluntaria. Como nota interesante parecen compartir
orígenes comunes con los antiguos canarios y su variante de la lengua amazigh es la más próxima a la que se habló en nuestro país. Presumen de
ser el único pueblo africano, junto con el etíope, que tienen su propia
escritura, el tifinagh. Aunque este alfabeto fue común a todos los pueblos
amazighes -incluido el amazigh insular-, es verdad que sólo los tuaregs lo
mantuvieron vivo hasta la actualidad en su singular aislamiento. Son, en su
mayoría, nómadas y se mueven en su área de acción sin prestar mucha atención a
las artificiales fronteras estatales, lo cual se ve facilitado por
residir, predominantemente, en el desierto. Viven de la cría de ganado (cabras
y camellos) y del comercio. Conservan, aunque en decadencia, un viejo sistema
de castas heredadas de la antigüedad, que distingue libres (ilellan) de
esclavos (iklan), muchos de estos últimos de origen negro. La miseria, la
emigración y las continuas guerras han desarticulado en gran medida estos
estamentos y entre la juventud nacionalista se rechaza este arcaico sistema.
Como ejemplo el de los ‘ishumar’, así se conoce a toda una generación de la
juventud soltera tuareg que emigró en busca de trabajo a Libia y Argelia y
donde organizaron movimientos armados clandestinos, grupos musicales etc. que
prescinden de su pertenencia a un linaje o confederación tuareg concreta
reivindicando su única y exclusiva identidad tuareg, teniendo como referencia
revolucionaria al Frente Polisario. Los
tuaregs siempre se han considerado marginados tanto por los poderes coloniales,
como por los nuevos estados surgidos tras la independencia de las
colonias. En muchos casos se les ha considerado extranjeros en sus propios
países, negándoles, por ejemplo, su inscripción en los registros civiles o en
los de votación cuando se celebran elecciones. Están amenazados por la desertificación que se padece
en el Sahel, lo cual
ha propiciado conflictos con los pueblos negros agricultores del sur por
los pastos con los que alimentar a sus ganados.
El conflicto es una herencia
colonial
El conflicto de Azawad, como muchos de los que existen en África, tiene raíces coloniales. Malí fue un país diseñado por los franceses sin tener en cuenta en ningún momento al pueblo tuareg. Así la minoría tuareg quedó presa en norte bajo el control de un sur poblado por pueblos subsaharianos culturalmente distintos y hostiles históricamente.
Una historia de rebeldía
Durante
el siglo pasado hasta el día de hoy, los tuaregs, hartos de su discriminación y
del colonialismo, se han
levantado en armas en diversas ocasiones. El primer intento de liberarse del dominio extranjero dio lugar a
la rebelión de Ag Mohammed Wau Tegidda
Kaocen entre 1916 y 1917, en las montañas de Air (Niger) Kaocen formó una
coalición tuareg para oponerse a los franceses, pero la traición de sultán de
Agadez, que permaneció leal a los europeos, permitió la victoria colonial. Con la independencia de Malí, en
1960, los tuaregs fueron excluidos del nuevo gobierno. Malí impulsó una ley de reforma de la
tierra que afectaba las tierras tradicionales del pueblo del desierto y su
nomadismo, lo que produjo una rebelión en 1961. El ejército de Malí aplastó la
rebelión mediante la masacre sistemática de pueblos y aldeas enteras. Por
consiguiente, muchos
tuaregs se vieron obligados a refugiarse en los estados vecinos. La falta de suministros y la tierra arrasada
llevó a los rebeldes a firmar un alto el fuego vergonzoso en 1964 a cambio de
nada. Las sequías, y
consecuentes hambrunas, de 1973-1974 y de 1984-1985 agravó la
situación obligando a miles de jóvenes a emigrar a las ciudades, principalmente
de Argelia y Libia. En Libia, Gadafi
incorporó varios miles de ellos en su ejército. La
siguiente rebelión tuvo lugar entre 1990 y 1997 en Níger y Malí, apoyado por
Gadafi. Concluyó con los Acuerdos de Paz de Uagadugú (1995) en los que se reconocía cierta
autonomía a los tuaregs y se daba solución a las quejas de los militares de
esta etnia concernientes a que no se les permitía ascender en los
ejércitos de Malí o Níger. Debido al incumplimiento generalizado de los
acuerdos, una nueva rebelión surgió en febrero de 2007 con un auténtico éxodo de refugiados
solucionándose gracias a la ayuda de Argelia en las
negociaciones con Malí, mientras que Libia hacía lo mismo con Níger, en
2009.
Futuro
Uno
de los principales obstáculos para el reconocimiento del Azawad podría ser la
presencia de grupos islamistas en la zona que hayan participado en el conflicto
y puedan controlar regiones ya que no se conoce aún el alcance y control real
del MNLA sobre el territorio. Pero no es el único, ya que esta revuelta parece
salirse de las previsiones de los intereses del imperialismo internacional
hasta el punto de que el mismo portavoz tuareg Mossa Ag Attaher declaró que “a nosotros no nos gobierna ni París ni Nueva York ni Moscú,como a tantos países africanos. EL MNLA es independiente de cualquier fuerzaextranjera.” Recordemos que el territorio cuenta con recursos
importantes como petróleo en la zona norte, y que en el norte de Niger se
encuentra un importante yacimiento de Uranio explotado por Francia (el 30% del
que necesitan en sus centrales nucleares), y el ejemplo del Azawad de Malí
podría animar a los tuaregs de Níger e incluso de Burkina Faso. Se está preparando una posible
intervención militar. La CEDEAO (Comunidad de Estados del África Occidental),
que ha jugado un gran papel en la condena del golpe de estado en Malí, tras rechazar
la declaración de independencia, parece optar por esta “solución” y ya ha
enviado tropas a Bamako. Por su parte, Argelia estaría desplegando tropas en la
frontera con Malí. Este país también ha rechazado la independencia de Azawad
pero, por el momento, descarta la intervención militar. Sólo el movimiento
amazigh internacional parece apoyar sin reservas al naciente Azawad en el cual
ven el posible primer estado amazigh.
Solidaridad de la fuerte comunidad amazigh en Catalunya y del pueblo catalán. |
El Congreso Mundial Amazigh ya ha
mostrado su reconocimiento, el movimiento autonomista cabilio también. Por
ahora, sabemos que la
región está inmersa en una fuerte crisis desatada por la sequía y la hambruna
del Sahel. Por si fuera poco, el conflicto ha generado miles de refugiados y sus
correspondientes miserias y violaciones de derechos humanos. Para el MLNA el estado del Azawad será una república democrática y laica,
algo significativo en un Norte de África de estados confesionales y de corte
arabista. Otra característica es la definición multiétnica del mismo a pesar de
constituir la cultura amazigh de los tuaregs una mayoría aplastante frente a la
minoría árabe y shongay, por eso se habla de azawadíes y no de tuaregs. Parece
ser que entre el MNLA las simpatías y la identificación con el amazighismo es
destacada y sorprende gratamente que a pesar de ello se declare las intenciones
de respetar las restantes minorías étnicas. Es nuestro deseo que el pueblo
tuareg, como el canario, se gane su soberanía como
merece, un solar en el mundo donde construir y sobrevivir en una globalización
capitalista y colonial que no le tiembla el pulso por exterminar pueblos y
culturas con tal de proseguir la explotación de sus
riquezas naturales.
-Para seguir la prensa tuareg: Toumast Press
-Si estás interesado en conocer a fondo el sentimiento del pueblo tuareg te recomendamos este documental de TVE 'Amanar tuareg' (2009) de Lluis Escartin que podrás ver haciendo click sobre este enlace.