Era de esperar, para que engañarnos. Las Palmas de Gran Canaria ni está en Europa ni es referente cultural de nada en la actualidad. Y no es que no pueda serlo potencialmente, sino que las instituciones que ordenan y mandan en la capital se caracterizan por el elitismo, la improvisación, la banalización de la cultura, y un falso cosmopolitismo impregnado del españolismo más excluyente. Una cultura de cartón piedra con una descarada orientación turística y no ciudadana es lo único que vislumbramos en ese desierto cultural que es la capital grancanaria -como otras ciudades del país-. Por no hablar de los alarmantes índices de paro y pobreza que azotan los barrios capitalinos, o de la política en materia medioambiental, por poner algunos ejemplos. Actos de promoción de la candidatura a la capitalidad cultural europea como La Toalla más grande del mundo, concursos de besos, record mundial de baile del vientre, macro ferias de abril...etc, contrastan con la prácticamente nula presencia de la cultura canaria, a la que no dan tregua en su empeño de marginalización.
[A pesar de ser declarado BIC en 2009 este es el estado de un yacimiento arqueológico en Las Palmas GC. tomado como vivienda por drogodependientes e infestado de desperdicios. Cueva de los Canarios del Confital]
Una cultura exportada y sin personalidad, pero sobre todo banal. Todo este desmadre justificado con un cosmopolitismo malentendido que intenta legitimar el desprecio a la verdadera personalidad popular de la ciudad que más allá de auditorios, Juan Tenorios, teatros, y ferias de abril, resiste en los barrios y colectivos vecinales que siguen manteniendo viva nuestra identidad en sus botes, sus parrandas, murgas, equipos de lucha, etc. Todo lo contrario a una ciudad como la vasca Donosti-San Sebastián que muestran con orgullo su personalidad y entienden que identidad y cultura propia no está reñida con modernidad y universalidad. Felicitamos a esta ciudad gestionada por un ayuntamiento independentista y de izquierdas, muy al contrario de nuestra urbe, donde salvo el breve paréntesis de UPC, siempre ha sido gobernada por la derecha española. Además, no ocultamos nuestra alegría de que LPGC 2016 no fuera elegida por varios motivos, para que engañarles. Esa elección hubiera supuesto profundizar en el autoengaño de gran parte de los ciudadanos, premiar al españolismo dominante y su representación institucional, y legitimar aún más el modelo “cultural” reinante en esta ciudad, donde la canariedad es excluida y la participación ciudadana es muy limitada. Y es que la mona aunque se vista de seda mona se queda.
Los videos promocionales de LPGC 2016 y Donosti-San Sebastián son el ejemplo perfecto del contraste que hemos expuesto entre una urbe colonial, elitista y una independentista y de izquierdas, popular y sin complejos pseudocosmopolitas. LPGC hacen gala de un intento de aparentar ser lo que no es, de exaltar su legado exclusivamente europeo donde una señora pone voz a la ciudad en un habla canaria españolizada entre eses finales y el continuo empleo del vosostrismo totalmente ajeno al habla de la mayoría de los ciudadanos de la ciudad. En materia cultural sólo hace hincapié en sus altares turísticos (auditorio, carnavales, iglesias,playa…) siempre muy alejadas eso sí, de las zonas rurales y de los barrios populares de la ciudad. Por no hablar de otro video con montajes futuristas, una voz en off española y donde los canarios prácticamente no existimos, y es un choni quien defiende lo bucólico de la urbe. Mientras Donosti en su video se muestra orgullosa de sus eventos internacionales, su patrimonio, su cultura popular y vasca, su alto nivel de vida. Juzguen ustedes mismos.