A. Ramírez. Canarias-Semanal. La noticia
saltaba a las redes sociales a comienzos de esta misma semana generando la
comprensible indignación de los internautas isleños.
La empresa
de telefonía Lofetel - con sede en Salamanca - ha publicado
una oferta de empleo para "comerciales en Las Palmas",
incluyendo un sorprendente requisito para quienes pretendan acceder a estos
empleos. "Ser de la península y estar dispuesto a desplazar la
residencia a Las Palmas". Por si el veto impuesto a los
trabajadores canarios no hubiera quedado suficientemente claro, la oferta
específica "abstenerse expresamente quien no cumpla este único
requisito".
Un caso de
flagrante e ilegal discriminación laboral hacia los autóctonos que -según
denuncian algunos trabajadores afectados - no carece de precedentes en el
Archipiélago Canario. La cadena de supermercados Lidl ha
sido igualmente señalada por expresar abiertamente en sus ofertas de
empleo el mismo "requisito". La
discriminación practicada en este caso por Lofetel, sin
embargo, se ve agravada por el hecho de que la empresa que no admite empleados
canarios ha creado una filiar insular para poder acogerse a los
generosos beneficios fiscales, en términos de ahorro de impuestos, que ello
supone.
Dado que
no todas las compañías cometen el error de marketing de reconocer abiertamente
su política de contratación segregadora resulta imposible precisar hasta qué
punto ésta podría estar extendida entre las numerosas multinacionales
instaladas en las Islas, que disfrutan de los privilegios que se les conceden
al incorporarse a la Zona Especial Canaria. Un instrumento
económico enmarcado en el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF), cuya
supuesta finalidad es "promover el desarrollo económico y social
del Archipiélago a través de la diversificación de su estructura productiva".