6/6/12

El Supremo con los intereses españoles cueste lo que le cueste a Canarias

Conociendo su origen y trayectoria, no  sorprende que el poder judicial español  en vez de limitarse a desempeñar su labor se pronuncie políticamente. Y por supuesto  al servicio de los intereses de España. 



BNC. Así de claro se ha manifestado el Tribunal Supremo presidido por Pedro José Yagüe Gil"Siendo incuestionable el valor ecológico de las Islas Canarias y la relevancia del sector turístico, pesquero y portuario para su desarrollo no cabe eludir que la producción y explotación de hidrocarburos representa un factor económico de especial significación para definir la riqueza de un país". Por contra, no encuentra indicios de que "con carácter inmediato" se vayan a producir perjuicios irreparables o irreversibles al medio ambiente por los trabajos exploratorios de Repsol. Es decir, que Canarias ponga en riesgo su economía, su abastecimiento, su medioambiente, su futuro... es irrelevante frente a la idea de enriquecer a España. No Pepe, Canarias no es una colonia…

Asistimos, como en otras tantas ocasiones en nuestra historia, a un conflicto de intereses entre Canarias y el Estado Español. Los intereses de este último no encajan, como es habitual, con los del pueblo canario. Pero en esta ocasión la cuestión no es baladí. Hablamos del control de unos recursos energéticos, cuestión de mayor importancia si consideramos la zona geoestratégica en la que se encuentra nuestro país en la escala global.  Unos recursos que por derecho legítimo deben estar en manos de los pueblos naturales de un territorio. En las provincias de ultramar España lo tiene claro. La defensa a ultranza de sus intereses nacionales y las multinacionales como Repsol vinculada al imperialismo hispano, son claves. El expolio de nuestros recursos para intentar salvar un estado que se va a pique como España es una prioridad para Madrid. Los daños que pueda ocasionar a la economía canaria y el robo de los recursos a sus legítimos propietarios -los canarios- es un tema no sólo secundario sino irrelevante. Es la legitimidad que les otorga el derecho de conquista, la nula existencia de soberanía alguna de Canarias sobre sus propias aguas, territorio y sociedad. Esta es la clave del conflicto, La Soberanía, y hasta que no entendamos esto no llegaremos a una comprensión óptima de la situación.



Ahora bien, sigue sorprendiendo la ingenuidad de aquellos isleños que siguen creyendo en esa imparcialidad española y ánimo de fomentar el desarrollo de todas sus nacionalidades respetando sus especificidades. Un cuento chino, o mejor dicho español, para el que quiera creérselo. El Gobierno de Canarias haciendo gala de su tradicional servilismo sigue insistiendo en la vía de “la mano tendida al Gobierno de España”, un Gobierno metropolitano que se ha manifestado por activa y por pasiva hostil a los intereses y necesidades de nuestro país. 

En esta tarea ha hecho un especial énfasis ministro godo nacido en Canarias que todavía hay quien le otorga el título de ‘canario’ y encima ilustre. Pero tranquilos, que el Paulinato contraataca y asegura que  tanto la resolución del lunes como la de ayer no desalientan sino, por el contrario, "dan más fuerza para seguir combatiendo contra un atropello a los intereses de Canarias". "Ésta va a ser una larga y dura batalla, que el Gobierno va a combatir con toda la energía para evitar que se hipoteque el futuro de un modelo económico basado en la sostenibilidad". Es curioso ver de la noche a la mañana a los paulinos, berrieles y José Miguel Pérez hablando de sostenibilidad…En fin, contradicciones típicas no sólo de la clase política insular, sino, aunque duela reconocerlo, de buena parte de la sociedad canaria que aún muestra un amplio nivel de ignorancia y sumisión ante la fatalidad colonial. 



Y es que si una clave es la soberanía, de nada sirve cuando aún el pueblo canario en su mayoría se resiste a asumir la responsabilidad de pensar por sí mismo y actuar en consecuencia. Es un gran trabajo pedagógico y formativo el que tenemos por delante con nuestros paisanos, y esta labor sin conciencia nacional nos atrevemos a adelantar que será totalmente estéril.