Psicología del hombre canario es una obra fundamental para entender no solo la idiosincrasia de nuestra gente, sino las causas que han conformado el perfil psicológico del pueblo canario. El autor es Manuel Alemán (Agaete 1931-Las Palmas de G.C. 1991), teólogo, psicólogo, escritor, y catedrático de Psicología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Psicología del hombre canario fue sin duda la obra cumbre de Manuel Alemán marcando un antes y un después en la toma de conciencia nacional de nuestro pueblo. El pensamiento del autor está claramente influenciado por la Teología de la Liberación y la figura del sacerdote suramericano Camilo Torres, y en su obra cita a teóricos del anticolonialismo como Albert Memmi. Fue publicado en 1980 y fue pionero –y sigue siéndolo- en el método riguroso y dialéctico de explicar la historia y psicología del isleño. A pesar de haber coincidido su publicación en una época de auge del despertar de la conciencia nacional y del Movimiento de liberación nacional, su influencia en el discurso y toma de conciencia colectiva fue, en nuestra opinión, muy relativa. Algo que contrasta con la calidad de la obra y su gran perspectiva innovadora.
Psicología del hombre canario abarca temas como la percepción de la consciencia de canariedad por el isleño y sus distintos niveles, sin olvidar los factores objetivos. La canariedad objetivamente es el resultado de factores objetivos: la geografía, historia, raza, cultura y lengua. Nuestra ubicación en el mundo y la realidad africana y archipielágica, la historia peculiar, el mestizaje específico que ha forjado una cultura concreta y una modalidad lingüística dialectal del castellano única en el mundo. Por otro lado los factores psicológicos y subjetivos divididos en diversos niveles (inconsciente, preconsciente y consciente). La influencia del paisaje y la historia en nuestra mentalidad también son analizadas.
Tras este tanteo general, Alemán pega a profundizar en cuestiones más concretas que afectan a nuestra manera de pensar como la rivalidad infantil entre pueblos e islas, la disfunción de la conciencia o el mimetismo entre otros. “Es una rivalidad infantil, atacando con nombretes y apodos, provocando contiendas ingenuas entre pueblos y entre islas, planteando litigios sobre datos del paisaje, -mi pueblo o isla es más bonito- sobre la modalidad de la voz –unos pueblos ridiculizan a otros su forma de expresarse-. Esta rivalidad es una consecuencia de la inseguridad básica, de la inestabilidad psicológica y sociológica del canario. (…) Es síntoma de la agresividad desplazada del canario: la falta de localización de la causa verdadera de la expoliación de nuestra gente hasta ser indigentes de todo, le lleva a canalizar su agresividad hacia otras realidades inocentes. Es una rivalidad que agudiza los sentimientos localistas del pequeño pueblo, con la consecuente pérdida de conciencia de región. Ha sido una rivalidad manipulada por los dirigentes del Archipiélago.” Al respecto de la Disfunción de la conciencia explica que “El sistema sociocultural canario feudalista, mercantilista, capitalista, ha atenazado al hombre isleño en estratos tan profundos de la psique, como es la conciencia. Esto hace que el explotado se identifique con su explotador, justificándolo, racionalizándolo. El Mimetismo es una postura imitativa de las formas exteriores. “El mimetismo es, por tanto, un mecanismo de defensa promovido desde la lucha por la existencia, desde la necesidad de sobrevivir”. “Todos los pueblos dominados han sufrido este fenómeno de “infancia psicológica”, convirtiéndose en pueblos imitadores para así, en la seguridad del “padre”, paliar la incertidumbre de su inconsistencia. Y este es el caso de Canarias. Parece como si el temor al padre”, en nuestro caso Castilla-Europa, le impulsara a imitarlo para así evitar su enfado y su amenaza.”
Finalmente el autor esboza una propuesta para encarar el futuro de Canarias donde asigna un papel primordial a la concienciación y la conquista de la cultura negada del país. Quizás esta sea de las más notables exposiciones teóricas de la regeneración psicológica de nuestro pueblo mediante la cultura y la identidad.
Psicología del hombre canario es una auténtica ofrenda de Manuel Alemán a su pueblo. Una herramienta teórica básica para abordar nuestra conciencia y transformarla. Paso prioritario –antes que los votos y las siglas- que constituye sin duda alguna los cimientos de el país que queremos construir. Aunque esta impagable obra esté de rabiosa actualidad casi treinta años después, no vamos a negar que los tiempos han cambiado vertiginosamente, y seguramente nuevos factores están ya afectando a nuestra psicología colectiva como pueblo. La terciarización extrema del modelo económico, el desarraigo urbano y la asimilación de la mayoría de nuestra población por la cultura española y globalizante, la especializada novedosa emigración a Europa y la llegada de importantes contingentes de población europea y española están modificando nuestra mentalidad sin lugar a dudas. Con todo, Manuel Alemán no sólo nos dejó de herencia una importante obra teórica, sino un ejemplo práctico de producción intelectual, de pensar y reflexionar Canarias desde nuestra propia perspectiva. Nos señaló una veredita apenas transitada aún por nuestro pueblo; la de pensar por nosotros mismos que somos y que queremos ser.
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