La Comisión Europea expedientó este jueves a España por no designar un número suficiente de espacios naturales protegidos en las Islas Canarias y no haber tomado suficientes medidas de conservación. Si las autoridades españolas no corrigen la situación, el Ejecutivo comunitario podría llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
[Granadilla, el macizo de Tamadaba y la Montaña de Tindaya, son los espacios naturales protegidos amenazados más significativos. En la imagen la costa de Granadilla en sur de Tenerife]
El expediente contra los dos países adopta la forma de una carta de emplazamiento, primera fase de un procedimiento de infracción. El procedimiento de infracción afecta también a Portugal, que tampoco ha adoptado las medidas necesarias en Madeira y las Azores. Los archipiélagos forman parte de la región biogeográfica macaronésica, que contiene ecosistemas únicos. "Madeira, las Azores y las Islas Canarias albergan numerosas especies que no existen en ningún otro lugar y que deben preservarse. Por ello, pido a España y a Portugal que adopten las disposiciones necesarias para proteger estas zonas lo antes posible", dijo el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, en un comunicado. El estado Español debería haber adoptado las medidas de conservación exigidas como muy tarde en diciembre de 2007. Pero más de un año después de esta fecha, Bruselas constata que no se ha tomado ninguna iniciativa. España debe designar todavía 174 espacios como zonas especiales de conservación y adoptar las medidas de protección necesarias para conservarlos. Las islas macaronésicas nunca han formado parte de un territorio continental. Las plantas y los animales indígenas han llegado gracias a una diseminación a gran distancia. La comisión europea recordó a España que nuestro país alberga ecosistemas únicos característicos, y muchos de ellos están amenazados.
Paradojas de la vida.
Y es que es una paradoja que finalmente sea Europa la que tenga que defendernos de la política de tierra quemada del colonialismo español y sus monocultivos económicos, del cual tanto se beneficia la segundona y victimista burguesía canaria. Recordemos que al no tener un estado propio, nuestro país carece de soberanía para establecer las directrices económicas que más le favorezcan. El turismo, al contrario que otros monocultivos, incrementa la irreversibilidad del daño causado al territorio, con el cemento y el hormigón nisiquiera nos quedará tierra donde producir algo. Los casos más significativos en la actualidad son Granadilla, Tamadaba y Tindaya. Los tres espacios zonas que en teoría la ley protege, pero que en la práctica no sirve de nada. Y estos tres atentados encima se impondrán sobre la voluntad de nuestro pueblo por los partidos constitucionales PP, PSOE y CC. ¿De qué nos sirven proteger espacios mediante la ley si cuando quieren los piratas del cemento para hoy y hambre para mañana hacen lo que les venga en gana?
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