Pero Mauricio demostró el error de Meade y los demás con su “primer milagro de crecimiento” de los años setenta y ochenta. Este "milagro" se logró en base a una diversificación de la economía. El tradicional sector azucarero, un nuevo sector textil establecido en zonas francas de exportación, fortalecimiento del sector industrial y un emergente sector del turismo. Así, el país logró elevar el ingreso per cápita de 200 dólares estadounidenses a la fecha de la independencia a 6.300 dólares en 2007/08. La profundización democrática, los buenos indicadores de derechos humanos y la solidez de las instituciones, favorecieron la cohesión social resultando clave en este éxito. Más si tenemos en cuenta la diversidad cultural y étnica de Mauricio. Tras dos décadas de notable crecimiento, en el nuevo milenio Mauricio sufrió la gradual eliminación de las arraigadas preferencias comerciales. El fin del Acuerdo Multifibras en diciembre de 2004, la gran caída del precio del protocolo del azúcar de la Unión Europea entre 2006 y 2010 (del 36%), y el reciente encarecimiento del petróleo y los alimentos se acumularon para producir un shock en los términos de intercambio de casi un 25%. El crecimiento económico disminuyó de un 5% en los años noventa al 3% registrado a inicios de esta década.
No es que Mauricio sea un modelo a seguir por Canarias, cada país debe seguir la vía que crea más adecuada con su realidad. Sino que simplemente, demuestra que incluso países mucho más pequeños que el nuestro, pueden y además necesitan la descolonización para su desarrollo económico. Recordemos que Mauricio es una isla de 2.040 km2 y cuenta con una población de 1.240.827, lo que se traduce en una densidad de 580 habitantes por km2. Canarias cuenta con 7.447 km2 y una población de poco más de 2.075.000. Si a nuestra superficie le unimos nuestro banco pesquero -el más rico del mundo, hoy ocupado por Marruecos debido a que el Archipiélago no es un estado independiente- nuestra situación geoestratégica y la la potencialidad de una economía diversificada y sostenible, nos podríamos preguntar ¿que más queremos?.
Fuentes:
Afrol news. www.afrol.es
Wikipedia