El
busto del universal poeta canario Pedro García Cabrera en
Vallehermoso (La Gomera) ha sufrido un brutal ataque la madrugada del
sábado. Un atentado gravísimo si tenemos en cuenta no sólo el peso
de este escritor en la Literatura Nacional Canaria, sino su
compromiso vital con el ideario de la liberación social de Canarias
y el mundo. El busto no sólo era un orgullo para la localidad
gomera, sino que constituía un auténtico lugar de obligada parada
para todos los visitantes conocedores de la Literatura nacional y
universal. Este lamentable hecho nos llama no sólo a reflexionar
sobre el doble rasero existente en Canarias en la protección del
patrimonio. No sólo por la desidia generalizada con nuestro legado
patrimonial en su conjunto, sino por la evidente diferencia de
protección entre patrimonio el colonial y el genuinamente canario.
A
continuación reproducimos aquí la carta de Carlos Jesús Pérez
Simancas, editor de El Silbo Digital:
¡Qué paguen estos sinvergüenzas!
Estado en que hallaron el busto del poeta. |
El
destrozo del busto del insigne poeta Pedro García Cabrera hoy, colma
el vaso de la paciencia de cualquier gomero bien avenido. Lo que ha
sucedido en Vallehermoso, clama justicia. ¿Quién es capaz de
atentar contra la memoria de un pueblo? Pues seguramente alguien que
solo ha sido educado en la mayor de las ignorancias, porque si no,
esto no tiene explicación alguna. Me gustaría saber si el que hizo
esta golfada sabe quién era Don Pedro García Cabrera. ¿Sabría
acaso que nuestro poeta -y digo nuestro, porque su memoria es ya
patrimonio de La Gomera y de los gomeros por extensión- fue un
represaliado político, que fue encarcelado, perseguido y que sufrió
exilio por defender los derechos que hoy él mismo goza y disfruta
tan libremente?
Me da rabia que en esta isla los que queman el monte o los que atentan contra la memoria de un pueblo, que sufrió y sufre escarnio por perseguir sus libertades, anden despreocupados entre el común de la ciudadanía. Estoy harto de tanto abusón, cacique y señorito estúpido que confunde la libertad con el libertinaje, la libertad personal con el poder invadir la libertad del otro. Harto y más que harto de que la mayoría silenciosa no condene las actitudes de aquellos que nos quieren doblegar bajo sus actos. Hoy es un día para reflexionar hacia dónde nos dirigimos como sociedad, y sobretodo, qué horizonte queremos para nuestro futuro. Espero que la justicia caiga con todo su peso ante este atentado cultural y espero que actúe con más clarividencia que con el tema de encontrar y juzgar a los pirómanos de esta isla.