A pesar de las tres décadas transcurridas, Cubillo recuerda ataque español: "Dañaron seriamente mi movilidad, pero no me tocaron la cabeza" aseguró. En la tarde del 5 de abril de 1978, Cubillo acaba de llegar a su residencia en un piso de la avenida de Pekín, en su exilio de la localidad argelina de Almuradieh. Va a tomar el ascensor. "Aparecieron dos personas vestidas de negro. Los saludé en francés. Pero, de repente se abalanzaron sobre mí", recuerda, para añadir: "Uno me cogió por detrás, mientras el otro me rajó literalmente con una navaja de arriba abajo. Menos mal que en ese momento entró un vecino del cuarto, que se llamaba Okpi, un funcionario que medía dos metros. Yo caí varios escalones, los dos agresores huyeron y Okpi me atendió. Recuerdo perfectamente que se me salieron las tripas y que yo mismo las sujeté y me las metí".
Antonio Cubillo Ferreira, dirigente en aquel entonces del independentismo canario, resultaba herido de gravedad al ser atacado por dos mercenarios del Gobierno español. Cubillo se salvó, como él mismo dejó claro a la prensa "además de por la irrupción de Okpi en el edificio, porque aquella tarde se televisaba el partido de fútbol entre las selecciones de Argelia y Hungría y no había apenas nadie en la calle. La ambulancia pudo evacuarme a tiempo al no haber tráfico". "Me quedé muy jodido, claro. Llevo desde entonces valiéndome de muletas por una parálisis parcial. Pero mire, aquí sigo".
Los independentistas, gracias a la labor de concienciación de Cubillo, habían abierto las vías política, diplomática y armada desde comienzo de la década de 1960. Intensificaron su lucha y movilización en un periodo de máxima tensión estatal (finales de la década de 1970); El dictador español había muerto, el Estado Español se enfrentaba conspiraciones del fascismo conservador y, mientras, completaba una complicada "transición" hacia un régimen monárquico parlamentario. Aunque las decenas de acciones armadas de las Fuerzas Armadas Guanches (brazo armado del MPAIAC) solo pretendían causar daños materiales, esta "propaganda armada" empezó a crear alarma entre las autoridades españolas. En medio, Argelia, agraviada por la decisión de España de vender el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania, decidió apoyar la causa canaria y facilitó las emisiones de la emisora de radio La Voz de Canarias Libre, dirigida por el propio Cubillo desde Argel.
Reconocimiento diplomático de nuestro continente
Pero el hecho que más alarmó a los aparatos del Estado español fue el proceso de descolonización iniciado por Antonio Cubillo con el apoyo de la mayoría de los estados africanos integrantes de la Organización de la Unidad Africana (OUA). De hecho, dos días después del criminal atentado frustrado, el dirigente del MPAIAC tenía previsto encontrarse en Roma con el ministro de Exteriores de Camerún y entonces secretario general de la OUA, William Eteki Mboumua, para desplazarse ambos a Nueva York a fin de exponer el caso de Canarias ante el Comité de Liberación de la ONU, que debía declarar el Archipiélago "territorio no autónomo".
Operación Tierra Nueva
En el verano de 1990, el español José Luis Espinosa Pardo, un confidente de la policía española reclutado por el Ministerio del Interior de dicho país, fue condenado por la Audiencia Nacional española a 20 años de cárcel como organizador del frustrado asesinato de Antonio Cubillo, dentro de la que se denominó Operación Tierra Nueva. No obstante, Espinosa no pasó más de seis años encarcelado. Lo organizó con el apoyo de los servicios secretos alemanes (el Gobierno alemán quería defender sus intereses en Canarias) y reclutó a los mercenarios españoles Juan Antonio Alfonso González (antiguo militante del FRAP) y José Luis Cortés Rodríguez. Ambos fueron detenidos horas después del atentado y juzgados por el Consejo de Seguridad del Estado de Argelia. Alfonso, autor material, fue condenado a muerte y Cortés, a 20 años de prisión. Luego fueron indultados y, después de pasar siete años en la cárcel, quedaron en libertad. Cubillo recordó ayer que los dos "siguen vivos" y que Alfonso intentó pedirle perdón durante el proceso judicial. "Lo escuché, pero no le di la mano", recuerda. Cubillo tendría que esperar hasta 2003 para que la Audiencia Nacional aprobara una indemnización a su favor de 150.253,03 euros por la acción terrorista.
"Intentaré reabrir el proceso de Descolonización"
"Siempre digo que nací aquel 5 de abril de 1978", comentó el abogado que reside en la actualidad en la capital tinerfeña y a punto de cumplir los 78 años, que adelantó que celebrará la efeméride "tomándome una copita" en la intimidad. El atentado del Estado Español no logró acabar con él, pero sí fue un golpe durísimo contra un movimiento independentista que la prensa españolista hoy se recochinea descalificándolo de "frágil, minoritario y estrafalario". Treinta años después, aunque Cubillo ya no sea dirigente del Movimiento independentista canario, sigue apostando por lo que siempre luchó. Prueba de ello es su insistencia en intentar reabrir el proceso ante la ONU "para que en 2010 se inicie la descolonización". ¿Volverá el Estado español a intentar asesinarlo?.
NO PERDAMOS LA MEMORIA HISTÓRICA
Video sobre el atentado realizado por TVC:
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Fuente: La Opinión.es