Manuel Hermoso Rojas es hijo de españoles, nace en Aguere-La Laguna y cursa sus estudios en Madrid y Vigo. Empresario y delegado provincial del INI (Instituto Nacional de Industria español), ingresa en la UCD. Se presenta en las primeras elecciones en Santa Cruz de Tenerife y saldrá elegido como alcalde hasta 1991. En 1983 se presenta con el partido de derecha insularista Agrupación Tinerfeña Independiente (ATI) que formaría parte posteriormente de Coalición Canaria. Es elegido presidente de la Comunidad Autónoma en 1993 hasta 1999. Sus posturas políticas siempre se han caracterizado por un españolismo recalcitrante propio de otros líderes de CC como Lorenzo Olarte y Luis Mardones, todos "muy canarios" por cierto. A pesar de este “brillante curriculum nacionalista” nos da clases a los ciudadanos sobre que es el “nacionalismo canario”. Por si fuera poco se permite el lujo de manipular la historia y la realidad sin escrúpulos, tomando a los lectores por analfabetos –algo que comparte con el pseudoperiodista que le entrevista que ya todos conocemos-.Veamos algunos fragmentos de la entrevista:
-EPI-. La mayoría de partidos nacionalistas canarios siempre han sido constitucionalistas. ¿Por qué no cuajaron otros modelos como el catalán o el vasco?
-Manuel Hermoso-. El nacionalismo canario nunca fue independentista ni africanista. Cuando en un momento dado se habló de independentismo, a mí, que era alcalde de Santa Cruz, me sentó fatal, pero no sólo a mí, sino a todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento. Recuerdo que venían representantes de la OUA [Organización para la Unidad Africana] y nos planteaban la africanidad de Canarias. Y ellos se quedaban asombrados cuando veían que entre nosotros no había apenas negros. Argelia intentó crear una especie de dominio de la africanidad de Canarias. Ciertamente, estamos en África, pero nunca hemos tenido una relación fluida con África. Éramos y somos europeos. Mi objetivo político fue demostrar la europeidad de Canarias.
Quien indague mínimamente en la historia de Canarias contemporánea se dará cuenta de lo disparatadas de estas afirmaciones, aunque es el discurso del colonialismo, por tanto el más generalizado. El nacionalismo canario remonta sus orígenes al siglo XIX, la figura más destacada del mismo es Secundino Delgado, que no sólo era independentista, sino que siempre fue consciente de la ubicación africana del Archipiélago. También lo fue el Partido Nacionalista Canario original fundado en 1924 por emigrantes canarios en La Habana -que no tiene nada que ver con el actual comprado por CC-. Todas las organizaciones nacionalistas de la segunda mitad de siglo XX eran independentistas, hasta la irrupción de formaciones políticas insulares y caciquiles que emergieron en la década de los 80 desde el empresariado. Estas siglas usaron la etiqueta de `nacionalistas´ por motivos meramente electorales ante el profundo arraigo de los sentimientos nacionalistas en la población canaria. Así desembocan a comienzos de los 90 en Coalición Canaria, donde españoles procedentes de la derecha franquista, regionalistas folklóricos y ex-comunistas, financiados por el cacicato insular, se unieron bajo el paraguas `nacionalista´ tomando el poder durante años. Ejercieron y ejercen una política, de sobra ya conocida por todos incluido el señor Hermoso, que de `nacionalismo canario´ nada de nada, salvo el timplillo y la papa arrugada en los asaderos/chuletadas de campaña electoral.
La anécdota de la OUA es simpática, aunque algo teñida de racismo solapado y simplón. Es increíble como después de tanta negación, usted mismo señor Hermoso, reconoce que estamos en África. Pero claro, somos muy `europeos´. Señor Hermoso, por si no se ha enterado para ser africano no hay que ser subsahariano, ni musulmán, ni hablar swahili, y eso no creo que lo ignoraran nisiquiera los miembros de la OUA comprados por España. Comentele todo eso a los Afrikaners de Suráfrica, o al futbolista amaziigh Zidane por ejemplo. Y por favor deje de inventar la historia, la relación de Canarias con su continente siempre ha sido fluida, hasta que su país entregó el Sahara Occidental, y de paso nuestras aguas, al reino alauita. Si tan europeos hemos sido y somos ¿porqué había que demostrarlo?.
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- EPI-.¿Somos una colonia?
-Manuel Hermoso-. El trato que España dio a Canarias a partir de la incorporación a la corona de Castilla fue el mismo que se le dio a pueblos de América que en un momento escogieron la independencia. Canarias, no. Ese sentimiento de independencia no existió aquí como esos otros lugares de América. Es más, ahora, con la democracia, las fuerzas independentistas que se presentaron a las elecciones tuvieron una expresión mínima. Ése es el sentimiento independentista, el de los resultados electorales. Y no hay más.
A parte de no responder a la pregunta, queda en evidencia señor Hermoso que usted no tiene mucha idea de la historia de ese país que llama su `patria´ al mismo tiempo que `región´. En los tiempos que las colonias españolas en América luchaban por su emancipación, en este país se gestaba semejante idea con la Junta Suprema de Canarias a comienzos del siglo XIX. Las circunstancias históricas y geográficas, así como el Pacto Colonial hicieron posible que el colonialismo español permaneciera vigente en el Archipiélago hasta el día de hoy. Le recordamos señor Hermoso que la “democracia española” no permitió a los partidos independentistas presentarse a las elecciones los primeros años, mientras UCD y el PSOE a espaldas del pueblo canario inventaba las reglas del juego autonómico, como por ejemplo, esa Ley Electoral antidemocrática tan eficaz para mantener el estatus quo en la colonia. Aún así, en los primeros años partidos como UPC que defendían en su programa la Autodeterminación, no sacaron pocos votos precisamente. Pero claro, a pesar de todas las trampas y miedo impuestos a este pueblo, tampoco presumimos de ser los independentistas mayoritarios. Sin embargo ustedes, la derecha insularista y española de toda la vida, a pesar de todo, tampoco son mayoría. Señor Hermoso, no creemos que sea usted el más indicado para hablar del nacionalismo canario, que usted y Coalición Canaria pretendan usurpar los símbolos de nuestro país y vaciarlos de contenido para obtener rédito electoral, sólo puede contribuir a que la sociedad canaria más crítica y consciente entienda con mayor claridad la perversidad del regionalismo folklórico que representa CC y sus derivados. Si somos tan pocos e insignificantes ¿porqué preocuparnos tanto?
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