Parece ser que nos equivocamos aquellos que pensamos que Editorial Prensa Ibérica en las Islas habían alcanzado su cenit de exhibicionismo españolista. Y es que La Opinión, de mano del ya célebre Daniel Millet, entrevista inisistentemente en varios reportajes a nostálgicos de la "Fiesta Nacional" en Canarias. Casualmente son cuatro gatos -literalmente-, y todos ellos españoles entrados en años, José Méndez, Domingo Cabezafilo, Ernesto Zambrano y Paco Ramos Pacorro integran lo que queda de la disuelta Peña de Tauromaquia en Tenerife. Sin embargo, no son calificados por Daniel Millet como "anticanarios", "ultras" o "radicales", cuando esos mismos individuos abogan por implantar de nuevo la tauromaquia en nuestro país contra la voluntad abrumadora del pueblo canario. A pesar de que estos españoles afincados en nuestro país afirmen cosas como; "Me encantaría volver a ver toros en Canarias. Esto es fácil: al que no le guste, que no vaya, como en el Carnaval", y sobre la iniciativa ciudadana para prohibir la tauromaquia en Cataluña afirma "Lo que está pasando en Cataluña es todo política asquerosa. Es estar en contra de todo lo que huela a España". Ellos mismos reconocen que en el país no queda afición alguna, y que tampoco hubo mucha cuando el franquismo trató de implantar la "Fiesta Nacional" en el Archipiélago. Y es que en este país nunca hemos sido amigos del sufrimiento animal, y menos de convertirlo en señas de nuestra identidad ¿cuantas fiestas en este país incluyen la tortura a un animal indefenso? ninguna. Pero, ¿en España?. Canarias es desde 1991 la única comunidad autónoma del Estado que prohíbe por ley las corridas de toros. Ahora Cataluña quiere emular nuestro ejemplo, lo cual ha puesto en pié de guerra al Partido Popular, y es que "no hay nada más español que los Toros". ¿Tendrá esto que ver con el encochinamiento de las instituciones y los medios de comunicación de imponernos la Feria de abril?
