28/4/08

No es Irak, es Fuerteventura.

Destierro, Legión española, importante índice de violencia policial española, barbaridades urbanísticas, maniobras de la OTAN, campos de tiro, bombardeo del patrimonio histórico...Es tónica habitual en la historia y actualidad reciente de la isla mahorera.
Este artículo viene relacionado con los recientes hechos del bombardeo de refugios tradicionales pesqueros de Fuerteventura por parte del Ejército español. Maniobras que siguen arrasando con el patrimonio cultural y medioambiental de la isla. De este patrimonio sólo quedan montones de piedras y numerosos enseres desperdigados por la zona. Junto a ellas huellas de camiones y restos de metralla. Los vecinos denuncian de Peñón Blanco “esta forma de avasallar contra las tradiciones de los majoreros” en medio de un gran malestar. Estos refugios tradicionales formaban parte del patrimonio etnográfico de la isla, con una antigüedad de casi dos siglos. Los refugios se encuentran muy cerca del campo de tiro que el ejército español usa en la zona pero se había permitido la continuación de las actividades ancestrales aunque por lo que se ve el respeto de estas tropas españolas brilla por su ausencia.
Campo de Tiro, la nueva Legión española en Fuerteventura.


[El ejército español campa a sus anchas por nuestro territorio. Video subido por No Defence.]

Desde la década de setenta del siglo XX (1972), antes de llegar el los soldados españoles del Tercio Don Juan de Austria a la isla majorera, técnicos militares habían pensado en esta zona de Fuerteventura para emplearla como campo de tiro para todas las fuerzas militares españolas en nuestro país, utilizando fuego real, desde tierra, mar y aire. Los militares españoles poseen un espacio destinado en el Campo de Tiro en la localidad de Pájara, y sólo se dedican a pasar en medio de las fincas privadas a menos de 50 metros de altura con sus helicopteros. Además patrullan habitualmente por los caseríos mahoreros con las ametralladoras y se meten en espacios privados. Sin olvidar las maniobras en el mar, donde asesinan -literalmente- a los cetáceos.
Una órden de la Capitanía General de Canarias, prohíbe la entrada a todos aquellos isleños que no sean propietarios de terrenos en producción en un terreno de 47 kilómetros cuadrados, destinados a un campo de defensa español, o campo de tiro. La misma circular, fué dirigida al alcalde de Pajara a finales de los 70, donde también prohibió la la producción de nuevas cosechas, restringiéndose la entrada exclusivamente a aquellos agricultores que tienían que recoger las sembrada con anterioridad a esta orden.

Fuentes de información:
Canariaslibre.com, FuerteventuraLimpia.blogspot.com.