Este año se cumplen dos décadas de existencia de la organización juvenil revolucionaria e independentista Azarug. Un colectivo que marca toda una época en el campo nacional popular conformando uno de las pocas organizaciones que entiende la necesidad de fusionar el anticolonialismo con los principios de izquierda revolucionaria.
NACIÓNCANARIA. Con la derrota del MPAIAC y su estrategia sobrevino la ‘democracia’ formal española y se invirtió desde el Estado un ingente capital para encadenar Canarias de manera más sólida al engranaje colonial. A nivel político Madrid impone una ‘autonomía’ humillante por debajo de las nacionalidades históricas de su propia Estado. Implantan con calzador un Estatuto donde la participación del nacionalismo isleño brilló por su ausencia ya que fue excluído.
Sin embargo, el antídoto es efectivo. Durante los 80 del siglo pasado, la desvertebración del campo nacional popular es una realidad, y el nacionalismo canario se atomiza y cae empicado hacia el abismo. Unos optan por el descafeinamiento y otros por admirar su ombligo en la marginalidad. Con la caída de la URSS, la ideología neoliberal y derechista vive tiempos dorados mientras las ideas de izquierdas y las utopías sociales caían en una crisis que afectó gravemente a la resistencia popular frente al poder. Así entramos en los noventa... Esta tendencia se consolidó con la creación en 1993 de Coalición Canaria impulsada por caciques ex franquistas e insularistas, así como antiguos izquierdistas españoles regionalistas. Su éxito electoral despobló más si cabe todo nacionalismo real, más que nunca se vio quién estaba por la independencia del país, y quienes, por el contrario, se deslumbraron por esa poderosa coalición “nacionalista” impulsada por el viejo cacicato insular.

Militantes de Azarug sustituyendo la bandera española por la enseña nacional canaria a comienzos de los noventa.
Sin embargo en el seno de las ruinas del independentismo resurge una chispa de esperanza. Surge al calor de las nuevas generaciones que no estaban ocupadas lamiéndose las heridas de la derrota. Así nació en Santa Cruz de Tenerife en 1992 un colectivo nuevo; Azarug, que en lengua amazigh significa ‘independencia’. Azarug aglutinaba jóvenes procedentes de las juventudes de los partidos
independentistas vigentes (CNC y FREPIC-AWAÑAK) que se encontraban en un total estancamiento y división. A ellos se les sumaron otros jóvenes independentistas que no creían que las organizaciones electorales sirvieran para mucho en esos tiempos. Más que unos firmes estatutos y una rígida estrategia el colectivo comenzó a trabajar en lo más inmediato que se le presentaba. La autogestión mediante la venta de material político y artesanal, que acabaría consagrándose como uno de los principios de Azarug. La okupación de casas abandonadas para darle un uso social y cultural. La difusión mediante la creación de rudimentarios medios de comunicación (revis
tas, emisora de radio –actual RPC-, editorial...), la creación de bibliotecas como la de El Cardonal o Añaza, murales y pintadas en las calles... Al mismo tiempo se replanteaba sus ideas y a mediados de los noventa reafirma sus principios de izquierda revolucionaria, aunque lejos de dogmatismos era una izquierda de carácter anticapitalista. Así se lanzó una campaña de encuentros juveniles canarios que dieran a conocer el colectivo entre la juventud canaria. Con un esfuerzo humano y económico sobredimensionado, Azarug organiza encuentros en Lanzarote, La Palma y Fuerteventura. Por si fuera poco impulsaron un colectivo estudiantil, el S.E.C (Sindicato de Estudiantes Canario). En materia de medios de comunicación se creó una emisora de radio (Radio Popular Canaria) y un semanario formato periódico ‘Liberación’ que desde 1998 hasta 2002 se pudo encontrar en los kioscos de todo el país. Esa línea productiva y de trabajo provocó en pocos años el crecimiento de militantes en otras islas. Otros colectivos juveniles surgieron en Lanzarote (Tagoror Revolucionario), La Gomera (Movimiento Guillermo Ascanio) y Fuerteventura (Vacagüaré), que al final de la década de los 90 acabarían integrándose en Azarug. La línea ascendente de Azarug a lo largo de los noventa coincidía con la decadencia de los tradicionales partidos independentistas CNC y FREPIC.


Pero no contentos con ello, Azarug decide emprender una empresa más ambiciosa: la construcción de un renovado Movimiento de Liberación Nacional Canario (MLNC) abierto a todas las organizaciones políticas, culturales y sociales, así como personas individuales dispuestas a luchar des



"A pesar de los no pocos errores, esta organización ha sobrevivido a veinte largos años de activismo anticolonial desde la autogestión. Siguen fieles a la utopía de la liberación total del país canario."
A pesar de ello, esto no fue obstáculo para que Azarug durante la década del 2.000 participara activamente en movimientos como la lucha contra el Puerto de Granadilla, la destrucción de Tamadaba, el Radar de Anaga, la lucha contra los Pendones de la Conquista de Aguere y Los Realejos, la lucha estudiantil, contra la OTAN, la guerra y la militarización, la lucha antifascista, la labor cultural en la defensa de nuestra identidad y nuestra historia como La Ruta Bentejuí, Acentejo, y solidaridad con los pueblos amazighes etc. Una actividad frenética que costó graves problemas que se tradujeron en detenciones, juicios políticos, multas, quemes, criminalización e intentos de filtración policial.
Pero también en logros importantes entre los que destaca la eliminación de humillaciones como las celebraciones de la conquista, impulsar la participación independentista en los movimientos estudiantiles y sociales, mantener viva la llama del independentismo, y sobretodo, la regeneración independentista a través de la formación de nuevos cuadros y una experiencia de lucha valiosísima. Tras unos años de crisis a finales de la década pasada, Azarug logró retomar el vuelo de manera gradual con la incorporación de nuevas generaciones entusiastas y la colaboración con otras organizaciones.
Azarug se ha implicado activamente en tender puentes de apoyo y entendimiento entre las organizaciones del campo nacional popular. Se ha esforzado en movilizar el independentismo de izquierdas delimitando el campo nacional popular, destacando las movilizaciones por la independencia de Canarias que movilizaron a miles de ciudadanos canarios en 2009, 2010 y 2011. Pero tambien trabajar en la base social recuperando espacios como Taucho y apoyando a medios de comunicación del campo nacional-popular. A pesar de los no pocos errores, esta organización ha sobrevivido a veinte largos años de activismo anticolonial desde la autogestión, que se dice pronto.
A pesar de todo siguen fieles a la utopía de la liberación total del país canario. No todos los pibes canarios están dispuestos a dar la espalda al consumismo y la pasividad. Pero los de Azarug lo hacen entregando su juventud por unas ideas de futuro que tanta falta hacen en esta desalmada patria; la independencia, descolonización y socialismo para Canarias.