Dos sentencias de los tribunales españoles aprueban la construcción de 7.500 camas turísticas más en Mogán, con dos playas artificiales y muelle deportivo incluido. Un pelotazo más de Santiago Cazorla Bjorn Lyng de Anfi Tauro, que contrarian antiguas sentencias de tribunales del Archipiélago.
Más de 20 años de litigios, reformulaciones normativas, moratorias y el origen de conflictos jurídicos y políticos. Ahora, dos sentencias del Tribunal Supremo español acaban con turbio proceso y dan luz verde al pelotazo urbanístico de Anfi Tauro, que contempla la construcción de 7.500 camas, al que seguirán dos playas artificiales, un muelle deportivo y campos de golf.
Madrid ha decidido declarar que es legal el planeamiento urbanístico de Anfi Tauro y da vía libre al empresario Santiago Santana Cazorla que no escondía su satisfacción, y desafiante declaró que "Ya no nos va a parar nada y ahora sólo queda trabajar duro para construir el sueño y convertir este punto de Gran Canaria en un referente turístico de primer orden". Cazorla intentó justificar este grave atentado medioambiental afirmando que “lo único que pretendemos es generar riqueza, atraer turismo y crear empleos". Intentó justificar el modelo depredador y masivo alegando que "el incremento de la calidad y la mejora de las infraestructuras son básicos para competir con destinos emergentes como Turquía o el Caribe, que son competidores fuertes, y que se apoyan en una mano de obra más barata con menores salarios, y por lo tanto, más asequibles para los turistas europeos".
El empresario recuerda cómo en 1997 los promotores suscribieron un convenio con el Ayuntamiento de Mogán, el Cabildo grancanario y el Gobierno de Canarias para estudiar la explotación turística de las zonas de costa de Mogán, acudiendo al modelo de resort único, con puerto deportivo para 500 atraques, campo de golf de 18 hoyos y una clínica especializada en enfermedades respiratorias. "Éstas son las primeras semillas de un árbol que impulsará el desarrollo de la zona y que será uno de los resorts turísticos más importantes de Europa", continúa el empresario, que prevé invertir hasta 400 millones de euros.
Santiago Santana Cazorla ganó la batalla que enfrentaba a colectivos vecinales, ecologistas y tribunales de las Islas que declararon ilegal el proyecto urbanístico. Sin embargo,con el apoyo incondicional de las instituciones gobernadas por el tripartito y NC, así como la sentencia final de Madrid fue decisivo. Un ejemplo más de una barbarie irreversible de un modelo económico, de una dependencia que le costará muy cara al futuro de Canarias. Migas para hoy, hambre para mañana.
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