Pequeño documental sobre la celebración del 12 de Octubre.
Manifiesto 12 de Octubre “Día de la resistencia anticolonial”
Hermanos y hermanas estamos aquí reunidos como las semillas que el viento lleva pero que finalmente se aferran a la tierra para juntarse con la lluvia y florecer en tiempos nuevos y caminos de paz.
Estamos aquí para recordar algo de la historia de nuestros pueblos, de nuestros hermanos y hermanas mayores, de los que construyeron ciudades cerca del cielo para poder hablar con las estrellas, de los que bailaban libertades al ritmo del djembe, de los que supieron leer la sabiduría que encierra el silencio del desierto, de los que legaron al mundo la papa y el maíz, de los que le regalaron al mundo los números que hoy usamos, de los que nos enseñaron a amar a esta nuestra madre tierra como dadora de todas las cosas.
Estamos aquí para recordar que un día el poder del dinero y de las armas colonizo, saqueo y asesino a gran parte de nuestra gente que, enviado por la corona de castilla, un tal Cristóbal Colón planto su bota sobre la isla de Guanahani por primera vez en 1492 iniciando el proceso de conquista y colonización de América y hacia 1630, solamente 138 años después la población americana bordeaba los 3 millones de personas, es decir que el 95% de la gente que vivía en América había desaparecido.
Estamos aquí para recordar a nuestra madre África, continente del que provenimos todos, saqueado y empobrecido sin piedad por las potencias coloniales europeas, donde nuestras hermanas y hermanos fueron cazados como animales para ser vendidos y esclavizados dentro y fuera de su territorio, en el que probablemente sea el continente más rico en recursos naturales pero que, en contraposición contiene en su territorio a los 20 países más empobrecidos del planeta.
Estamos aquí para contarles que los ricos y poderosos del mundo han basado su dominio y riqueza en el empobrecimiento de los otros y que para justificarlo han extendido la superstición de que la cultura occidental cristiana es superior a las demás, y nos han enseñado a despreciar y subvalorar los saberes de los pueblos dominados, con el único afán de validar sus “cruzadas civilizatorias” de las que vuelven henchidos de riquezas bañadas en sangre.
Estamos aquí porque la práctica de la dominación y el saqueo colonial lejos de haberse terminado siguen extendidas por el mundo, generando hambre, pobreza y guerra para alimentar la acumulación obscena de la oligarquía capitalista transnacional, lo mismo con el coltán del Congo y los diamantes de Sierra Leona , que con el petróleo de Iraq o la palma africana en Colombia. Pero queremos manifestar también que, hoy como siempre pero más que nunca los pueblos oprimidos levantan banderas de dignidad y esperanza, irradiando luces de solidaridad y justicia como puede verse en la irrupción de los nuevos procesos de transformación estructural que se extienden por la América rebelde..
Estamos aquí porque nuestros hermanos y hermanas se ven obligados a dejar sus tierras empobrecidas por el nuevo colonialismo de las transnacionales que acaparan y se llevan hacia los países ricos las riquezas que nos da la naturaleza. Pero cuando son personas las que cruzan el mar buscando un futuro de esperanza, se cierran las puertas, se levantan muros y prisiones, para luego expulsar del paraíso artificial del consumo a los que desde su pobreza lo sostienen.
Pero no estamos aquí para lamentarnos sino para homenajear a nuestros pueblos en su lucha de resistencia, porque ante el saqueo y la muerte, nuestros pueblos han sabido responder con la dignidad y la ternura, la dignidad de preservar, reproducir y entregarle al mundo nuestras culturas perseguidas, y la ternura de la solidaridad entre los pueblos, porque sabemos que un futuro de paz y justicia solamente es posible si entendemos que la lucha de unos es la lucha de todos.
Por eso queremos que este 12 de octubre sirva para instaurar en el imaginario colectivo de nuestros pueblos el “Día de la resistencia anticolonial” , porque somos la continuación de la lucha de Tupac Amaru y Micaela Bastida por hacer brillar de nuevo el sol de los pueblos antiguos, porque en nosotros late el recuerdo de la lucha del pueblo aborigen canario contra la dominación castellana, Porque somos la continuación de la lucha contra la injusticia de las hermanas Mirabal, asesinadas por el dictador Trujillo pero vivas para siempre como el Che de la Higuera, porque somos la sal que el Mahatma recogía del mar índico, las pajas de páramo que hizo crecer la Dolores Cacuango y los ojos de esperanza con que iluminaba Mandela el futuro desde la prisión de Robben Island, porque queremos la América unida de Bolívar y el África libre de Tomás Sankara, porque finalmente como había anunciado una voz querida de nuestros pueblos “Esta gran humanidad ha dicho «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia”.
Las Palmas de Gran Canaria 12 de octubre de 2009
