12/5/10

Sahara Occidental; de "españoles" a "marroquís"

Un país tan cercano y tan lejano...es palpable y paradójico el amplio desconocimiento del Sahara Occidental por la mayoría de los canarios, a pesar de estar a menos de 100 kilometros de nuestras costas. Sobre todo, el olvido interesado de los reinos, de la trascendencia de la influencia y relación mutua entre nuestros dos países propietarios legítimos del Banco Canario-Sahariano.


El Sahara Occidental es un país atlántico del África continental, situado en el extremo occidental del desierto del Sahara, a orillas del océano Atlántico frente a las costas canarias. La escasa vegetación casi sólo se limita a los oasis y la costa. En la actualidad existe una minoría de origen canario e incluso española. Gran parte de la población saharahui originaria se halla refugiada en campamentos en Tinduf desde 1975. El Sahara Occidental es uno de los territorios más escasamente poblados del mundo y posiblemente el de menor densidad de población. Hacia 2004 existía en el Sahara Occidental una población estimada en 267.405 personas. El idioma oficial es el árabe, aunque se habla el dialecto árabe hassaníaa, también hablado en Mauritania. También se habla el español, tanto en la zona controlada por la RASD, donde se estudia como lengua cooficial, como en la zona ocupada por Marruecos, donde lo hablan como segundo idioma los saharauis de origen, particularmente los que crecieron bajo la ocupación española, y con influencia del habla canaria, lo que lo hace interesante filológicamente. Sin embargo en los territorios ocupados, Marruecos está impulsando el francés.

Historia precolonial

En la antigüedad estaba poblado por tribus de pastores nómadas amazighes (bereberes) de la rama de los Sanhaya nómadas (Lamtuna y Yudala) probables descendientes de los getulos, antiguos amazighes saharianos del centro y este de la Argelia actual. Las primeras penetraciones de árabes beduinos en el Norte de África se remontan al siglo VII de la cual su influencia demográfica no fue significativa, pero la cultural importantísima. El islam se extiende en ocasiones pacíficamente y en otras de manera violenta, ya en el siglo XI los jefes de las tribus del Sahara Occidental se convierten vagamente al islam. La región de los actuales Mauritania y el Sahara Occidental conformaban un panorama cultural y demográfico muy similar, y es en estas tierras donde surge en estos tiempos el imperio Almorávide. La población amazigh senhaya acaba adoptando el islam en toda la región pero continúan su vida tribal independiente hasta la llegada alrededor del siglo XV a la zona del Sahara Occidental de las tribus beduinas árabes procedentes del Yemen que se mezclaron con la población amazigh islamizada, lo que produjo una progresiva arabización. No hay que olvidar el establecimiento de una minoría subsahariana negra en el territorio.

Desde que los europeos emprenden la ocupación de Canarias también lo intentan con la vecina región del actual sur de Marruecos y Sahara Occidental. Establecen la Fortaleza de Santa cruz del Mar pequeña en 1478 que posteriormente sería destruida por las tribus locales en 1527. Sin embargo los contactos entre la región y Canarias se prolongaron durante los siguientes siglos. En un principio fueron numerosas las `cabalgadas´ por los europeos y canarios desde el Archipiélago, la captura de esclavos de la región para poblar las islas orientales de Lanzarote y Fuerteventura. Posteriormente fue habitual durante siglos la presencia constante de pescadores canarios en las aguas costeras del Suss (Sur de Marruecos), Sahara Occidental y Mauritania (Banco Canario-Sahariano). A pesar de las prohibiciones españolas los marinos canarios mantenían contactos comerciales y pesqueros con las poblaciones de la zona.

Colonialismo español.


En el reparto de la tarta africana entre los imperios europeos a finales del siglo XIX, España recibió las sobras de la misma. Las pobres regiones del Rif (norte de Marruecos), Sáhara Occidental y Guinea Ecuatorial. En 1884 se construye la Factoría Pesquera de Villa Cisneros, el dominio español se limita a las ciudades de Villacisneros, Cabo Juby y La Güera. En la década de 1930 se ocupó el interior del territorio, en el que se estableció una presencia fundamentalmente militar. Era una zona muy extensa con más de 250.000 Km y 75.000 personas según datos oficiales. Los españoles se encontraron con una población organizada en tribus y con una economía de subsistencia y trueque. España hizo muy poco por el desarrollo económico y social del territorio, de hecho apenas le prestaba atención. España invirtió varios millones de las antiguas pesetas en el Sáhara con la intención de activar las Minas de Fosfatos –halladas en 1960-, se habló de la posibilidad no confirmada de encontrar petróleo. Otra fuente de riqueza fue los bancos de pesca. Sin embrago España invertía más en el Sáhara del que recaudaba. Para el historiador español Javier Tusell, la política de Madrid hacia la colonia no se guiaba por ambiciones económicas. El camello fue sustituyéndose por el Land Rover y el comercio del contrabando y la prostitución se convirtieron en negocios florecientes. La sociedad colonial estaba compuesta por distintas categorías de población. En lo más alto el Gobernador General que era la representación de Franco en “la Provincia”. Por debajo se encontraban los militares y funcionarios españoles. Por debajo de ellos se encontraban trabajadores canarios, así como la población propiamente saharaui. El español en el Sahara Occidental sentía desprecio por ellos, y los saharauis sufrían una auténtica discriminación recibiendo menos de la mitad del sueldo de los europeos por el mismo trabajo. Según un informe de las autoridades coloniales en 1974 existía “Un apartamiento casi total del nativo, al que poco aprecio se le tiene, y un verdadero racismo, sobre todo por parte de los peninsulares.” Por tradición oral recogida constatamos esta realidad de la relación más estrecha entre los canarios y los nativos saharauis;

“Yo me sentía cercano a los saharauis por ser canario. En definitiva, éramos una especie de colonizados también, aunque fuera de forma distinta. Me gustaba ir a sus casas (…) Era bien aceptado, me sentía bien con ellos, mejor que con los españoles. En aquellos tiempos la sociedad española era extremadamente cerrada y jerárquica.”. L.A.M. Maestro.

“Era un niño en aquel tiempo, había acompañado a mi familia cuando fue al Sáhara (…) éramos pobres, que buscaban un trabajo honrado, probablemente por eso los saharauis nos aceptaban con menos problemas que a los españoles del continente”. B.C.B. Servicio Militar

La historia oficial española ha pasado por alto que el Sáhara además era una colonia penal. Durante el franquismo, obreros y estudiantes de izquierdas, entre ellos no pocos canarios, compartieron con soldados de reemplazo y delincuentes comunes la tortura de los batallones de castigo. En ellos eran obligados a trabajar trece horas diarias bajo una temperatura asfixiante. A partir de la década de los años sesenta, se produciría una emigración a las ciudades que transformaría la vida tradicional. En sentimiento de tribu daría paso al sentimiento nacional.

Nacionalismo saharahui


En 1961 España nombra al Sahara “Provincia Española” mostrando Franco su intención de no descolonizar el territorio. En 1968 se crea OALS bajo el liderazgo de Brahim Bassiri, considerado el padre del nacionalismo saharaui. El partido reclamo la autonomía como paso intermedio hacia la independencia. En 1970 mostró su fuerza reuniendo en una manifestación a 3.000 personas, solo 200 acudieron a la concentración de “adhesión a España”. La respuesta del ejército español fue disparar a los manifestantes independentistas. Al poco tiempo desapareció Brahim Bassiri sin dejar rastro. En 1974 nace el Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro). La nueva organización se propuso la vía de la lucha armada atacando los intereses españoles y paralizando la producción de fosfatos. Por su parte Marruecos presionaba para anexionarse la colonia española. En 1975 organiza la conocida “Marcha Verde donde alrededor de 350.000 marroquís desarmados avanzaron unos kilómetros en el Sahara Occidental. Aunque regresaron a Marruecos pusieron a Madrid contra las cuerdas. Con franco agonizando, España deseaba abandonar un territorio deficitario y que no compensaba entrar en un conflicto armado para defenderlo, pero hacerlo sin parecer una rendición. El entonces príncipe Juan Carlos mintió asegurando que “España deseaba proteger los legítimos derechos de la población civil saharaui”. En noviembre de 1975 Madrid cedía el territorio a Marruecos y Mauritania. El Frente Polisario por su parte declara en 1976 la RASD (República Árabe Saharahui Democrática), estado que sólo existía en el papel. Los saharauis empiezan a abandonar las ciudades (noviembre 1975-febrero 1976) para instalarse en el desierto. Tras los bombardeos marroquíes de los campos, finalmente terminarían en campos de refugiados en Argelia (Tinduf). Para Hassan II el Sahara fue una manera de cohesionar su pueblo en torno a su figura, y de paso enviar al Sahara sus mejoras tropas –predispuestas al golpe de estado- para entretenerlas. Tras la retirada española las tropas iniciaron una persecución contra los simpatizantes del Frente Polisario. En 1976 sobre 40.000 personas huyeron. Mauritania se retiró del territorio al ser derrotada por el Frente Polisario.

El Frente Polisario armado por Argelia y Libia conforma un ejército moderno que derrota continuamente a las tropas alauitas. En 1991 ambas partes llegaron a un alto el fuego. Con la mediación de la ONU los dos bandos se comprometieron a organizar un referéndum de Autodeterminación. Rabat insistía en que debían participar miles de colonos marroquís establecidos en el país, y el Frente Polisario se aferraba al censo español de 1974. Los marroquís han centrado su estrategia en distintas tácticas para retrasar la consulta y recabar apoyo militar, económico de sus aliados (España, Israel, Estados Unidos y especialmente Francia). Hoy el territorio está ocupado actualmente casi en su totalidad por Marruecos, aunque la soberanía marroquí no es reconocida ni por las Naciones Unidas ni por ningún país del mundo. Sin embargo la República Árabe Saharaui Democráticaa (RASD), es reconocida hasta el momento por 81 países. La RASD administra la región no controlada por Marruecos, el cual denomina oficialmente al territorio como sus Provincias Meridionales. Hoy la mayor parte de los habitantes son colonos marroquís; sólo un 20% de la población es originaria. Marruecos cuenta con el apoyo de la oligarquía autóctona a cambio de favores políticos y económicos.


¿Porqué España no cumplió con la legalidad internacional?


El territorio fue entregado a Marruecos mediante el Acuerdo de Madrid, que es ilegal desde el derecho internacional. Sin embargo la situación está estancada, en gran parte gracias a España. Para entender la postura española hay que contextualizar el momento y la realidad geoestratégica de la guerra fría. En 1975 un sector de la clase dirigente española creyó que un enfrentamiento con Marruecos para defender el Sáhara sería peligroso. De no conseguir la victoria, el ejército se desmoralizaría. En tal caso, resulta posible que los militares interfirieran en la política, como habían hecho los portugueses a raíz de su fracaso en las guerras coloniales de Angola y Mozambique. Además la opinión pública no respaldaría un conflicto bélico. Por otro lado el escenario del Norte de África estaba marcado por la proliferación de estados revolucionarios cercanos a la órbita de la URSS como Argelia y Libia que apoyaban al Frente Polisario con quienes compartía ideología de izquierdas. Solo Marruecos era un fiel aliado de Estados Unidos, Francia y por tanto de España. Además el apoyo de Argelia en esos momentos a la liberación de Canarias era palpable, como parte de su compromiso por la descolonización de África, lo cual un Sahara independiente cercano a Argelia y la URSS podrían desembocar en generar una inestabilidad en la zona. Esto quiere decir concretamente, que Canarias podría verse inspirada en esta independencia, algo que no pasaría con un vecino aliado como el alauita. Tengamos en cuenta que en estos tiempos el independentismo crece en el Archipiélago desde 1964 y más vertiginosamente en la última mitad de los setenta. El MPAIAC en esos tiempos contaba con un mayor reconocimiento internacional tanto por Argelia como por la OUA. Ante este panorama ¿Qué hace España?. Durante la etapa del PSOE, España siguió una política contradictoria. Por un lado se apoyaba en los discursos del gobierno se apoyaba las pretensiones independentistas saharauis, por otro lado se vendían grandes cantidades de armas al reino marroquí. Apoyar a Marruecos en sus ambiciones territoriales en el Sahara además hacía que no insistieran en su reivindicación de las colonias de Ceuta y Melilla que, a diferencia de Canarias, si constituyen una reivindicación histórica del nacionalismo alauita. Hoy Marruecos está consiguiendo un mayor respaldo del gobierno español y de la mayoría de los partidos institucionales. Sin embargo el Frente Polisario persiste en reclamar un limosnear en el desierto, es decir, reclamar una solidaridad a un Estado como España, un estado que nunca ha dudado en vender y traicionar a los saharauis por lo más mínimo.

Solidaridad canaria con el pueblo saharaui

La colaboración entre ambos pueblos es histórica. Dos pueblos oprimidos por dos monarquías reaccionarias (Reino Borbónico y Reino alauita) siempre han sentido afinidad y simpatías mutuas. Desde la ocupación marroquí en Canarias se han articulado innumerables iniciativas solidarias con el pueblo saharaui y su libertad. Ya desde los tiempos del MPAIAC existió colaboración con el Frente Polisario. Sin embargo no todo ha sido un camino de rosas. Hubo al parecer algunas víctimas canarias puntuales en la lucha armada del Frente Polisario. Además el Frente Polisario se ha comprometido con España en insistir en la españolidad de Canarias en todo momento, y sin necesidad alguna. Además persisten en la negación de las raíces culturales amazighes del pueblo saharaui declarando su nación “árabe” y dando la espaldas a la riqueza cultural y los orígenes de su propio pueblo. Sin embargo debemos distinguir gobiernos y organizaciones de pueblos. El pueblo canario posicionarse según sus intereses en la geopolítica de su entorno, y dentro de sus intereses entra el apoyo a la lucha de los pueblos por la legalidad internacional y la democratización de su entorno.

Blog NACIÓN CANARIA

Fuentes:

-Los bereberes: de la orilla del Mediterráneo al limite meridional del Sahara. Gabriel Camps.

-Oriente Moderno. Nº 7-12.1989. Nicoletta Gandolfi.

-Historia del Sahara Occidental.