2/1/11

Una década para aprender...

En pleno 2011 ya podemos considerar que dejamos atrás una década, que aunque sea pronto para analizar ya podemos ir repasando hechos más o menos destacados para el nacionalismo y para el país. Y es que, por suerte o por desgracia, la situación del 2000 y del 2011 es más diferente en el mundo que en nuestro Archipiélago.


En el año 2000 a la fundación de un ilusionante proyecto que no duró mucho pero que su interés y vocación son más necesarios hoy que entonces; el MLNC (Movimiento de Liberación Nacional Canario) suponía un antes y después en la forma de entender el independentismo moderno del siglo XXI, y que ya no tendría vuelta a atrás como bien se ha demostrado durante el 2010. El MLNC fue una declaración que intentaba gestar una coordinación de organizaciones políticas, sociales y culturales comprometidas con la liberación nacional y social del país. Tras el éxito inicial con los años quedó en evidencia su escasa funcionalidad quedando dejandose notar la falta de visión de conjunto de la izquierda independentista más allá de las siglas. El electoralismo que atrajo el oportunismo hizo el resto para liquidar una esperanzadora iniciativa. Sin embargo, la aportación teórica del MLNC reflejada en sus estatutos si marcan una gran diferencia con el independentismo clásico, actualizando la estrategia de descolonización a las circunstancias actuales y haciendo énfasis en la concienciación y creación de fuerzas en el interior del país, independientemente del brazo diplomático internacional. Los estatutos también destacaban la importancia de renovar la estrategia, el discurso independentista y la concepción identitaria.

Desde el punto de vista electoral el MLNC impulsó un partido político (Alternativa Popular Canaria) que en la práctica acabó sepultando el proyecto del MLNC y apostando por un ambiguo nacionalismo de izquierda que subordinó los derechos nacionales y los principios ideológicos al electoralismo, atrayendo no pocos oportunistas y dejando descontentos a muchos militantes sinceros. A medida que avanzaba la década CC decaía incluyendo una nueva escisión en el 2005 y la creación de Nueva Canarias que en Gran Canaria desplazó a CC en casi su totalidad. Este proyecto no surgía por diferencias ideológicas con CC, sino por el personalismo del alma mater Román Rodríguez. El cambio no ha sido para mucho ya que Nueva Canarias que se declara “nacionalista de centro izquierda” ha demostrado tener de “nacionalista” lo mismo que CC y mucho de centro. Se trata de más caciquismo disfrazado de regionalismo barato, es decir, más de lo mismo. En el independentismo la creación de Alternativa Nacionalista Canaria heredero de la línea independentista de APC persiste en la idea original de APC y Unidad del Pueblo hace esfuerzos por convertirse en un partido nacional.


En 2007 la situación del país, siempre precaria, comienza a agravarse en los aspectos sociales, la crisis capitalista comienza a dejar en evidencia la ineficiencia de la dependencia de España que no es capaz de garantizar un nivel de vida “europeo” a la mayoría de la sociedad canaria. El paro se dispara, el mundo laboral se precariza más si cabe y sólo los sindicatos nacionalistas (Intersindical Canaria y FSOC) dan la cara. Mientras tanto los españoles CCOO y UGT dan la espalda a la grave situación de nuestro país.


En octubre de 2009, cuando muchos daban por muerto el independentismo canario, los jóvenes independentistas organizados (Inekaren, Azarug y las juventudes del CNC) reúnen en Aguere-La Laguna más de dos mil ciudadanos bajo el lema “Descolonización e independencia para Canarias”. A partir de ahí se reactiva una campaña mediática anti-independetista en la que los medios de Editorial Prensa Ibérica (La Provincia y La Opinión) tienen un papel sobresaliente. La agresividad mediática se dirige no solo contra organizaciones como Azarug o Intersindical Canaria, sino contra personas individuales, utilizando incluso el insularismo más descarado y el racismo. La famosa línea editorial del diario EL DÍA, también destaca en los últimos años de la década por sus disparatados editoriales donde se defiende una intragable combinación de independentismo con fascismo español y el insularismo más despreciable. Este hecho genera un intenso rechazo tanto en la inmensa mayoría del independentismo como en la sociedad canaria. El independentismo vuelve a reunir en la capital grancanaria a más de dos mil personas bajo el lema “Descolonización e independencia para Canarias” en el 2010. Año de la descolonización para la ONU que evidentemente en nuestro país no tuvo ningún efecto a pesar de que el resucitado cubillismo afirmara que en 2011 seríamos independientes.



Otro hito de la década es el movimiento ciudadano en la isla de Tenerife en defensa del territorio. La estoica y masiva defensa de la costa tinerfeña de Granadilla contra la construcción de un puerto en esta zona se ha extendido sin pausa durante todos estos años. Por ahora el proyecto se ha mantenido paralizado contra la voluntad de los piratas del cemento formada por esa oligarquía insular corrupta parasitaria del colonialismo, defendida inquebrantablemente por el tripartito CC-PSOE-PP. También en esta resistencia podríamos incluir Los casos de Tindaya y Tamadaba, este último caso la manipulación de las necesidades de una localidad han pasado por encima del futuro de nuestro país. Desde el punto de vista político y social Canarias ha padecido un claro retroceso. Sin embargo, desde el frente cultural la constancia y el trabajo bien hecho de unos pocos canarios comprometidos con nuestra cultura han mantenido viva nuestra identidad, dando pasos firmes hacia al redescubrimiento de nuestra memoria. Algunos historiadores, investigadores y simples militantes de nuestra cultura han logrado contribuir definitivamente a mantener la identidad a flote a pesar de nadar contra corriente. También artistas canarios han hecho esfuerzos por crear desde Canarias y el compromiso renovando la música y otras artes. Todo lo cual nos da un lección a todos y todas; sólo la ciudadanía canaria concienciada y comprometida trabaja y lucha por mantener vivo este país, nuestra naturaleza, nuestra cultura, nuestra lucha. Sin tierra, identidad y conciencia no somos nadie.



La nueva década nos depara nuevos retos en un mundo donde la rapiña capitalista y el imperialismo amenazan con convertir este planeta en un lugar inhabitable. Por suerte, todo indica que estos nuevos tiempos generarán una considerable resistencia de los pueblos oprimidos. Un mundo más multipolar está dejándose notar, y Canarias tiene un papel que desempeñar en la lucha por un mundo mejor ganándose un hueco en el mismo. La defensa de nuestro territorio, de nuestro pueblo y sus derechos sociales y culturales, sin olvidar la lucha por nuestra libertad es vital para construir otro mundo posible.

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