13/11/10

Los alzados antifascistas canarios


[Manifestación del 1º de Mayo de 1936 en Tazacorte (La Palma)]

Canarias tiene historia aunque la intenten borrar. Gracias a la oralidad estamos conociendo una de las etapas más duras de la historia de nuestro pueblo, pero también una de las más heroicas: La Guerra de España. Les dejamos aquí un breve resumen:

El desconocimiento generalizado de nuestra historia como pueblo nos ha hecho que los canarios padezcamos un grave síndrome de pérdida de memoria histórica en todos los aspectos. Entre ellos se incluye la precaria pero valerosa tradición antifascista canaria que se remonta al siglo XIX. Si bien nos centraremos en los tiempos de la II República Española y la posterior Guerra de España –como se le conoce en Canarias popularmente a la Guerra Civil Española- y la sanguinaria represión fascista en nuestro país. Desde el nacionalismo canario quizás no se le ha concedido la suficiente importancia a este periodo histórico por la sencilla razón de que no se articuló ningún movimiento explícitamente canario o nacionalista. Si bien esto es cierto, no debemos olvidar las circunstancias que padecía el país canario y las condiciones del mismo para entender porque en apenas cinco veranos no dio tiempo a que se articulara ninguna organización patriótica.

La situación del país bajo la II República Española



La situación del país en 1930 con la proclamación de la II República Española era la de la típica colonia bananera, donde el subdesarrollo, la dependencia y el caciquismo era el pan de cada día. Con una consolidada e estructura caciquil de siglos que dominaba la vida de la inmensa mayoría del pueblo canario. Esta estructura caciquil se sustentaba en los pilares del atroz analfabetismo que padecían la mayoría de los canarios (65% en 1930) y las pervivencias feudales con el peso de la gran propiedad y las relaciones de dependencia. La penetración del capitalismo en la organización productiva de la economía décadas antes, modificó las relaciones sociales en muchas zonas. Las duras condiciones de vida y la pobreza extrema mantenía el mal endémico del Archipiélago: la emigración.


Con la llegada de la II República española se abría la posibilidad de una democracia formal que permitiría a las masas trabajadoras canarias organizarse en sindicatos y partidos políticos. Durante el breve quinquenio que pasa la República por las islas la formación de la clase obrera registró un impulso ascendente y las reivindicaciones obreras y campesinas se extendieron rápidamente por el país. Todo ello ante una oligarquía tradicional y una burguesía extremadamente conservadoras y dependiente. A partir de 1934 la crisis mundial se empezó a palpar en Canarias. El movimiento obrero canario estaba formado por una gran diversidad ideológica entre las que destacaba el tradicional anarcosindicalismo, los socialistas y los comunistas.



[Celebración del 1º de Mayo en la localidad gomera de Vallehermoso]


Pero, ¿Cómo es posible que no surgieran organizaciones nacionalistas? El desarrollo de la conciencia nacional y sobre todo de una articulación política nacionalista era difícil en el interior del país. Un país caracterizado por su extrema fragmentación en islas, comarcas…la difícil superación del los atroces índices del analfabetismo y la ausencia de precedentes inmediatos en Canarias de construcción de colectivos no sucursalistas. Sin embargo la gestación de organizaciones patrióticas ha sido una constante en la emigración canaria en América donde existían mejores condiciones; libertades, encuentro entre canarios de todas las islas y la toma de conciencia de una identidad canaria diferenciada y común a todo el Archipiélago. Valga como ejemplo la creación del Partido Nacionalista Canario (PNC) en Cuba en 1924. Sin embargo si existía en Canarias aspiraciones autonomistas (Franchy y Roca) e incluso planteamientos independentistas desde destacados líderes del movimiento obrero como el gomero Guillermo Ascanio. En 1933 Ascanio escribía “No se diga que los canarios somos españoles y tenemos el derecho de intervenir y hasta formar parte del Gobierno español, porque esta es precisamente la prueba de lo que digo, ya que cuando los canarios son ministros en Madrid, entonces tienen que gobernar para España y no para Canarias”. A lo que añade “La población laboriosa de las siete islas necesita urgentemente unificar sus esfuerzos para luchar por la conquista de un gobierno propio (…)”. Desde el anarquismo también se vislumbraban una incipiente conciencia nacional: desde la prensa de la CNT se afirmaba el 11 de marzo de 1933 "En una palabra: Canarias es para la Península lo que en otro tiempo fueron Cuba y Filipinas, lo que para Francia y Bélgica son la Guyana y el Congo, unas pobres colonias. ¡Nada más!". También advertían que en caso de que "países imperialistas de Europa trataran de apoderarse de las Islas, al proletariado del Archipiélago no le quedaría más que un recurso heróico y supremo: levantar la bandera de la rebeldía para expulsar a los invasores y proclamar la independencia del pueblo canario para que con el apoyo de sus hermanos de la Península pudiera regir libremente sus destinos". Pero probablemente el hecho más destacado sea la creación del Frente Único Revolucionario (FUR), formado en 1934 por el PCE y el PSOE también incluyó en su programa "la liberación de Canarias de la opresión del Imperialismo español y el derecho a la autodeterminación hasta su constitución en estado independiente si tal fuese su voluntad". Nos da una pista de la mentalidad política diferenciada de la española que ya existía en las Islas. Evidentemente si la democracia española hubiera durado algo más en este país se hubieran gestado organizaciones nacionalistas e independentistas y claramente obreras y de izquierdas. Como reconocía Ascanio en 1933 “Es indudable que en Canarias existen ya los gérmenes para un movimiento de esa naturaleza”.


La llegada del Fascismo Español


[Militares españoles con Franco en Tenerife antes del levantamiento fascista]
La sublevación militar española del 17 de julio de 1936 impondría sanguinariamente una larga dictadura fascista en el imperio español. Pero es que este levantamiento partiría desde nuestro mismo país, donde la Metropoli había exiliado al general del Ejército que se convertiría en el futuro dictador. Nuestro país una vez más era destino del destierro de los indeseables de Madrid. Por tanto se considera que en Canarias no hubo guerra sino represión, brutal represión. Esta afirmación es real, aunque esto no quita la decidida y heroica resistencia de muchos canarios que incluso intentaron luchar en un contexto totalmente desfavorable. En un territorio insular reducido y fragmentado sin lugares a los que huir y donde el Ejército español se encontraba poderosamente pertrechado. Esto no justificó la brutal y desmedida represión que ensangrentó los campos canarios. Torturas, terror, campos de concentración, exilios y muertes reinaron durante años en Canarias.

Resistencia de los Alzados

[Instantanea de un grupo de alzados en los montes de La Palma]

El levantamiento militar español se tuvo que enfrentar en la misma colonia de ultramar en la que se originó con una débil pero heroica resistencia popular. Humildes campesinos y trabajadores canarios empuñaron las armas y se echaron al monte para combatir el fascismo español en 1936. Como una premonición estos ciudadanos canarios fueron calificados por los fascistas como "alzados”, misma denominación que recibieron los antiguos canarios que siguieron resistiendo tras la conquista española.


La resistencia se organizó inmediatamente en la ciudad grancanaria de Arucas liderada por el diputado comunista Eduardo Suárez Morales en colaboración con el alcalde de Arucas Juan Doreste, la Federación Obrera y organizaciones de izquierdas. Reuniendo armas cortas y dinamita volaron los puentes de Tenoya y los Granadillos. Tras rechazar con éxito dos incursiones falangistas el ejército español al mando del Capitán Pardo Ochoa ataca la ciudad de Arucas sosteniéndose un duro combate a tiros en las azoteas de la ciudad durante la tarde y noche del sábado 18. Ante la inferioridad armamentística los antifascistas se replegan hacia la ciudad de Gáldar volando a medias el puente de San Andrés para que los militares españoles no llegaran al noroeste. La milenaria Agaldar tuvo que ser doblegada mediante el bombardeo desde una avioneta y cañonazos a la montaña de Gáldar desde el mar. Al mismo tiempo surgían otros focos de resistencia de menor entidad en San Lorenzo de Tamaraceite, Moya, Jinámar y Telde. Días después también se registraron incidentes en el populoso barrio de La Isleta de la capital grancanaria que hizo que los fascistas demolieran la conocida “Casa del Pueblo”.


En Tenerife rápidamente hubo reacciones de resistencia en pueblos como Los Silos, Buenavista y barrios o zonas de predominio obrero. Patrullas militares fueron objeto de ataques y emboscadas aisladas. Los anarcosindicalistas tinerfeños promovieron un complot contra los fascistas pero fueron descubiertos. Pero los incidentes con el movimiento anarcosindicalista en Tenerife se extendieron hasta junio de 1937 donde fue acribillado Francisco Bethencourt en el Barranco de El Cardonal por la Guardia Civil española.





Sin duda la resistencia más encomiable la constituyó la de la isla de La Palma, que durante una semana resistió al fascismo español en la conocida “Semana Roja”. El Ejército Español atacó la isla ante la negativa a rendirse. A cañonazos se hicieron paso para entrar en Santa Cruz y al siguiente día ya ocuparon todos los ayuntamientos de la isla. Los resistentes antifascistas se replegaron a los campos armados con fusiles y rápidamente fueron denominados “alzados”. Los fascistas tardaron alrededor de cuatro meses en reducir a los grupos de alzados, liquidándolos poco a poco en escaramuzas en los campos y montañas de la isla, sin desestimar todo tipo de artilugios.




[Grupo de alzados palmeros]
En el resto de las islas destaca la resistencia de La Gomera concretamente la de la localidad de VallehermosoFogueo de Vallehermoso- donde el grupo de Guardias Civiles se deciden defender la legalidad republicana con el apoyo de los vecinos del pueblo. En otras islas la resistencia no fue tan importante pero estimable para su escasa población, como por ejemplo en El Hierro donde numerosos huidos se escondieron en los juaclos de las montañas durante años con el apoyo de la población. Quizás el mayor mito de la resistencia antifascista lo constituyó la figura de Juan García “El Corredera” que perseguido por el fascismo huyó a las montañas de Gran Canaria donde se refugió durante más de veinte años hasta que fue encontrado y condenado a muerte. No hay que olvidar que numerosos antifascistas canarios consiguieron huir del país hacia Mauritania, Venezuela o España donde continuaron su lucha contra el fascismo en La Guerra de España e incluso en Europa contra el nazismo, y no faltaron canarios que probaran el ingreso en campos de concentración nazis.


La represión fascista


[Desfile fascista en La Plaza de San Telmo en la capital grancanaria]


Aunque la lucha obrera en Canarias durante esos escasos cinco años fue mucho menos virulenta que en otros muchos lugares de la Metrópoli, la represión fue brutal y masiva. Los índices represivos son comparables a los países más castigados por el fascismo por su rebeldía como País Vasco, Cataluña y Andalucía. Como reconocen los historiadores no existían motivos próximos o remoto que justificase tal ensañamiento con los trabajadores canarios. Entonces ¿por qué tanta brutalidad desproporcionada con el pueblo canario?. Ningún investigador aporta con conclusiones claras, aunque se apunta a que se podría deber a la venganza por la importancia que tuvieron numerosos antifascistas canarios en la defensa de Madrid liderados por Guillermo Ascanio. Las autoridades militares en las Canarias en su totalidad la formaban españoles que probablemente sintieran poca consideración por un pueblo tan ajeno y que aún así se atreviera a mostrar tal valerosa resistencia. Las últimas investigaciones también señalan que la represión fue dirigida y planificada desde la ciudad española de Burgos.
Presos canarios en Fyffes, Tenerife.

El profesor Brito calcula que en los primeros días que siguieron al levantamiento fascista, se produjeron aproximadamente 6.000 detenciones en todo el Archipiélago. Esto obligaría a la puesta en funcionamiento de campos de concentración como el de La Isleta y el de Gando en Gran Canaria, y los salones de Fyffes en Tenerife. Los historiadores reconocen que aún no se puede abordar con seguridad el número total de asesinados por el fascismo en Canarias. Son escasas e incompletas las fuentes para el historiador. ¿Cuántos en los pozos de Arucas, Guía, Gáldar o Telde? ¿Cuántos en la Caldera de Taburiente?

Brito calcula entre 5.800 y 6.700 asesinados para todo el país. A diferencia de la Metrópoli los asesinados fueron en casi su totalidad antifascistas ya sean militantes de izquierdas, simpatizantes, simples opositores o ciudadanos antipáticos a los fascistas. Los trabajadores de la ciudad y del campo y la pequeña y mediana burguesía urbana constituyeron las principales víctimas de la rebelión fascista. Brigadas del Amanecer, Campos de concentración, fusilamientos, torturas… El horror de la represión en Canarias aún persiste en la memoria de muchos de nuestros abuelos a pesar del silencio impuesto.




[Cuerpos desenterrados recientemente en el pozo del llano de las Brujas en Arucas, Gran Canaria]

La memoria histórica reciente, y nuestra resistencia antifascista como la de los alzados no fue en vano. El recuerdo y el ejemplo de ella y del último rebelde Juan García "El Corredera" que fue asesinado a garrote vil por orden de Franco en 1959. Este hecho estimuló el resurgimiento del nacionalismo en el interior del país en el mismo año con la organización Canarias Libre, que sería la génesis del nacionalismo moderno.



FUENTES

-CABRERA ACOSTA, M.A.1991. La II República en las Canarias occidentales. CCPC

-GONZÁLEZ VÁZQUEZ, Salvador. 2004. La semana roja en La Palma. CCPC.

-MILLARES, Agustín. La política en Canarias s. XX.

-REYES GARCÍA, Ignacio.1997. Capitalismo y lucha de clases en el campo canario (1930-1936). Ensayo preliminar.Baile del Sol.

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