Por si fuera poco, su fama de polémico se acrecentó cuando enarboló el Día del Orgullo Gay en su templo la bandera del Arco Iris, lo cual causó un gran revuelo mediático, siendo el primer sacerdote ya no de nuestro país, sino de todo el Estado español en hacerlo. Fue defensor de nuestra cultura participando activamente en las fiestas de su localidad impulsando siempre la defensa de la cultura canaria y la unidad de las islas que conforman el país canario. Defendió y promocionó la figura del Santo Pedro, único santo canario. Por último su parroquia lucía carteles de apoyo a Aminatu Haidar y otras causas justas. En definitiva, su compromiso con su país, su pueblo y la Iglesia Canaria fue una constante en su vida.
Pensamiento de Paco Bello
Paco Bello, como otros sacerdotes canarios, influenciado probablemente por las ideas del brillante sacerdote y psicólogo Manuel Alemán, nacionalista y autor de la obra “Psicología del hombre canario”, mantuvo un firme compromiso con la liberación nacional de su país. Sin duda la Teología de la Liberación constituía la base del pensamiento de Paco, una corriente originaria de Suramérica y comprometida con la liberación de los pueblos y la justicia social. Con respecto a su independentismo Paco Bello se expresaba así: “Yo siempre he sido y he querido ser independiente, las dependencias nunca me han gustado, ni creo que favorezcan la libertad de los hijos de Dios. Sólo dependo de una persona que fue más independentista que yo: Jesucristo. Él luchó para que su pueblo fuera libre, políticamente, socialmente, económicamente, e incluso libre frente a la religión de los fariseos que imponían cargas muy pesadas a los demás pero ellos llevaban una doble vida.”. “Un pueblo que esté sometido nunca avanzará hacia el progreso. Ahí tenemos los datos de Canarias respecto al paro, a la sanidad, al índice de fracaso escolar, a la degradación del medio ambiente, a la corrupción, al índice de precios al consumo... en todo vamos a la cola respecto a las demás comunidades autónomas y, si no, recuerden las estadísticas que frecuentemente publica el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) y los mismos medios de comunicación. Otro ejemplo es que los pueblos que dependen de una potencia extranjera pertenecen al tercer mundo, porque la fuerza dominante no le deja desarrollarse. Nos han hecho depender del exterior en todo para tenernos dominados. El obispo emérito de Sao Félix, en Brasil, Pedro Casaldáliga, decía que nosotros los sacerdotes debíamos ayudar a descolonizar el mundo. Y añadía: 'Ni colonizadores ni colonizados. A ellos, víctimas del holocausto del lucro y del etnocentrismo, les agradaría vivir humanamente y poder ver a los seres humanos en todos, incluso en sus posibles colonizadores de ayer y de hoy, militares o eclesiásticos, políticos o intelectuales...".
" Yo vivo en Canarias, no voy a poner la bandera de Madrid, con todos mis respetos para los madrileños; es lo más coherente para un canario auténtico. En mi despacho de La Garita, es verdad, tengo una bandera canaria, símbolo de una Canarias unida; eso es lo que siempre llevo en el corazón, a todas las Islas. No creo en los políticos que se dicen nacionalistas y luego fomentan el pleito insular. Mientras el pueblo no se dé cuenta de que juntos podremos hacer que Canarias cambie a nuestro gusto, los políticos seguirán sacando beneficio a costillas de nuestra división. Para mí, la bandera representa a mi tierra, a mi país, es símbolo de identidad y refuerza mi fe en Jesús de Nazaret, pues él también se desvivió por su pueblo". La Campaña por un Obispo Canario por la que lucharon más de cuarenta sacerdotes canarios fue una de las causas que enarboló Paco Bello: “En 650 años que lleva la Diócesis no ha habido sino un solo obispo canario por accidente, que era hijo de un regidor de Agüimes y que habían colocado los españoles durante la Conquista y que nació aquí por casualidad.”
¡TANEMMIRT PACO!
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