El nacionalismo español más casposo contraataca
“La sangre guanche no es sangre torera"
[En la imagen el estado de la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife en la actualidad]
“El oficio de carnicero tenían por vil y soez, y siempre usaba el hombre más bajo que se hallaba; era tan asqueroso, que no permitían que tocase cosa, y traía una vara en la mano, con la que señalaba lo que quería”
¿Porqué en Canarias nunca arraigó la tauromaquia? ¿Porqué en Canarias no existen “festejos” que torturen y martiricen animales? Este fragmento de fuente etnohistórica es un ejemplo de la insistencia de las mismas en el repudio de la población indígena canaria ante la sangre, especialmente al oficio de verdugo y carnicero. Entre diversas poblaciones amazighes (bereberes) del Continente existe o existió este mismo tabú. Realidad que contrasta con España y diversos países latinoamericanos que estuvieron menos tiempo que Canarias bajo la dominación colonial española. Aunque no debemos olvidar que existe la excepción de los enfrentamientos de perros y gallos, estos últimos siguen existiendo aunque agonizantes en el país y no constituyen el mismo caso, sí revisten gran crueldad.
Las fiestas donde se torturan animales en múltiples localidades españolas siguen vigentes, aunque algunas han sido prohibidas, otras se mantienen por su demostrada antigüedad. Incluso las prohibidas en ocasiones se continúan haciendo constándole a los ayuntamientos pequeñas multas. Se calcula que alrededor de 60.000 animales son maltratados en las fiestas españolas, la mayoría son sacrificados. Veamos algunos ejemplos de “celebraciones” tradicionales españolas vigentes hoy:
-A rapa das bestias (Galicia). Hacen bajar a caballos salvajes para marcarles a fuego y cortar sus crines
-Toro de la Vega, Tordesillas (Valladolid). Un toro es perseguido por jinetes y mozos que a punta de lanzazos lo sacrifican en un descampado
-Toro de Medinaceli (Soria). Se sueltan toros y vacas con fuego en los cuernos y son encerrados y fustigados por la muchedumbre
-Toro de Coria (Cáceres). Se suelta un toro por las calles del pueblo y la gente le lanza dardos. Los que alcanzan al toro en los ojos o genitales traen buena suerte. Al final se le mata en la plaza
-Bous a la mar, Denia (Alicante). Los jóvenes se lanzan al agua junto con toros para nadar hasta la orilla
-Suelta de patos, Sagunto (Valencia). Aunque prohibido, el pueblo sigue practicando y defendiendo el soltar patos en la bahía y que los mozos los cacen en el mar
[Los iconos amarillos señalan donde se realizan festejos con animales sin que estos sufran. Los rojos donde sufren y son sacrificados.]
Intentos de imponer la tauromaquia en Canarias
Sin embargo no han faltado los intentos españoles de imponer la tauromaquia en el país, como prueba baste las diversas plazas de toros construidas en Canarias con este fin, que a pesar del apoyo de los colonos españoles, nunca prosperaron. Las prefrencias deportivas y festivas de los canarios durante siglos hasta mediado del XX tenían por objeto central lo que hasta el otro día fue el deporte rey en el país; La Lucha Canaria. Aunque sin olvidar otro tipo de prácticas como el Juego del Palo Canario o el Levantamiento de Arado y piedras. El español Cesáreo Fernández Duro cuenta el intento fracasado en 1891 de un empresario en traer los toros mediante una plaza construida en Aguere-La Laguna con la capacidad de 8.000 espectadores; “Al anuncio de los carteles sugestivos acudieron tan pocos y desconfiados domingueros, que necesario fue declarar desierto el concurso festival”. A pesar de ello, se construyó posteriormente una gran plaza de Toros en el centro de Santa Cruz de Tenerife y en Gran Canaria con igual adversa fortuna. “El pueblo canario habituado a la lucha, ejercicio varonil con el que desarrolla su vigor muscular y celebra las festividades, no se dejó deslumbrar por los trajes de luces, vulgo lentejuelas (…)”. Para otro español Torres Campos: “Lo que en resumen cabrá deducir, una vez bien averiguado si los españoles dejaron de llevar, o si allá no recibieron el divertimento, es que la generosa sangre guanche no es sangre torera”
Blog NACIÓN CANARIA
-Editorial Prensa Ibérica añora la tauromaquia en Canarias