25/4/11

Memoria de los canarios que emigraron a Uruguay en el siglo XVIII

El establecimiento de canarios en Uruguay se remonta a siglos de antigüedad y no se limitó a la región de Canelones, sino que se extendió a todo el territorio. Su profunda cultura campesina de subsistencia en una Canarias devastada por continuas hambrunas y miserias coloniales, quedó grabada en la tradición oral de sus descendientes hoy vivos.



Maldonado.A. Camino. CanariasAhora. “Un ejemplo de dedicación y esfuerzo”
Mis cuatro abuelos eran de Tenerife, vinieron en el mismo barco, mantuvieron los vínculos después y nació el amorío entre mis padres”, recuerda Antonino Cabana, con 2 hijos, 5 nietos y 3 bisnietos, sobre sus antepasados. A su juicio, “esa gente ayudó a construir e hizo grande a Uruguay, la suiza de América, porque eran tenaces en el campo y trajeron el concepto de familia. Es un ejemplo de esfuerzo y dedicación que no se puede olvidar. Mi abuelo vino de Arona a Solís y se sentía rico con un pedazo de tierra”. De hecho, su relato Un puñado de tierra, dedicado a la memoria de su padre, narra: “Desde las Islas Canarias llegaba una cultura agraria desconocida pero básicamente necesaria para alimentar, sostener y afincar al criollo mestizado que se iba haciendo sedentario al impulso de las familias. Esa inmigración no venía por oro, diamantes ni petróleo, eran amantes del suelo, disciplinados cultores de sus ancestros, cuyos códigos de la moralidad, el trabajo y los sacrificios se transmitían celosamente a las nuevas generaciones”.
Y asiente Daniel Santos Moreira, también nacido en el departamento de Lavalleja y sentado a la misma mesa de la Asociación Islas Canarias de Maldonado, pues no olvida los orígenes rurales de su familia en el interior del país, pese a residir ahora en la ciudad litoral de San Carlos. De 82 años y retirado, Santos Moreira comparte con Cabana Estevez la afición por la literatura y, por ello, aprovechó sus múltiples viajes como representante comercial para “pintar con palabras”, prosa y poesía sobre “cualquier cosa que motive para escribir y cantar”. Fundador de una parranda canaria, suele acompañar su voz grave con una guitarra, laúd o bandurria para recitar, por ejemplo, unos versos en honor de su antepasado procedente de Lanzarote y pionero en la elaboración de gofio en Uruguay mediante la fuerza del agua: “Desde las Islas Canarias/ llegó un día mi bisabuelo/ buscando una nueva patria/ con una ilusión y un sueño./ Las aguas del Mataojo/ cual retrospectivo espejo/ reflejaron las nostalgias/ de aquel hombre molinero./ Y así comenzó una historia/ y una industria fue creciendo/ se transformaron en chacras/ grandes campos ganaderos”. Además de la tradición del gofio, Daniel Santos recuerda de su infancia otras costumbres isleñas trasladadas hasta el país charrúa como la lucha canaria o el juego del palo: “Era muy común mientras se asaba el cordero durante la esquila, un momento de fiesta y de ayuda entre el vecindario”. Precisamente, la presidenta de la Asociación Islas Canarias de Maldonado, Ivonne Montañés, lamenta que no se concretara el proyecto del Gobierno autónomo de impulsar una liga escolar de lucha. Por ello, desde la entidad, con 250 socios y un decenio de actividades, tratan de “difundir la historia y cultura canaria” para evitar su olvido con la convicción de que “el ser humano no puede renegar de su sangre”, aunque “cuesta integrar a los jóvenes”. En este contexto, Rubén García Perdomo, de 72 años y ancestros tinerfeños, rememora la tradición de elaborar el pan en casa y reservar un pedazo de masa madre como regalo para los novios después del matrimonio: “Las suegras la llevaban a la casa de la nueva pareja como símbolo de unión de dos familias canarias, porque los canarios se solían casar entre canarios”. Ya jubilado de la actividad inmobiliaria, García Perdomo prepara con “mucha emoción” un viaje a Tenerife para el próximo julio para asistir al nacimiento de su quinto nieto, pues uno de sus tres hijos emigró a España y “cayó de casualidad en Los Cristianos”. Emigración de ida y vuelta, otro guiño de la Historia.